Síntomas de amigdalitis crónica en un niño
Como la mayoría de las otras dolencias, esta enfermedad no se manifiesta en el período de remisión. Mientras tanto, con la exacerbación de la amigdalitis crónica en los niños se puede reconocer por los siguientes signos:
- Pershing y dolor de garganta;
- aumento de la temperatura corporal;
- dolor y malestar en las glándulas;
- hinchazón de la nasofaringe;
- olor específico de la boca;
- corcho en la garganta;
- debilidad y fatiga.
Si tiene algún síntoma de amigdalitis crónica en niños debe someterse a un examen y tratamiento bajo la supervisión de un especialista.
¿Qué es peligroso para la amigdalitis crónica en los niños?
La amigdalitis crónica es, ante todo, una fuente constante de infección en un organismo diminuto, de modo que en presencia de esta dolencia, la inmunidad del niño se inhibe significativamente. Es por esta razón que puede causar una serie de complicaciones serias, en particular:
- inflamación del oído medio;
- pérdida de audición;
- reacciones alérgicas;
- neumonía;
- reumatismo;
- violaciones de riñón e hígado.
¿Es posible curar la amigdalitis crónica en un niño?
El tratamiento de la amigdalitis crónica en un niño debe comenzar con un examen detallado del cuerpo del bebé, que necesariamente debe incluir un hisopo tomado de las amígdalas. Después de identificar el agente causal de la enfermedad, el médico puede nombrar:
- Antibióticos o bacteriófagos para la destrucción de microorganismos patógenos que causaron la aparición de la enfermedad.
- Además, el niño no puede curar la amigdalitis crónica sin antisépticos, como Miramistin, Strepsils y otros. Son necesarios para la desinfección de la superficie afectada.
- Durante los períodos de exacerbación, las sensaciones dolorosas e incómodas para los pacientes pequeños se verán favorecidas por el riego de las amígdalas con desinfectantes en forma de soluciones y aerosoles, por ejemplo, Geksoral, Jox o Stopanguin.
- Finalmente, es aconsejable recurrir a procedimientos fisioterapéuticos, como UHF, ultrasonido o ultravioleta. Se utilizan para aliviar el edema y la inflamación, así como la sanación de las amígdalas.
La solución del problema de cómo tratar la amigdalitis crónica en los niños depende del estado de salud del bebé y de la gravedad de la enfermedad. Como regla general, los médicos usan los métodos conservadores hasta el final, sin embargo, a veces la enfermedad puede superarse solo con la ayuda de una operación. Entonces, las indicaciones para la cirugía son:
- sepsis tonsilogena;
- inflamación supurada de la orofaringe;
- neoplasmas malignos;
- larga intoxicación acompañada de la derrota de los órganos y sistemas internos.