Biopsia de tiroides

Para evaluar la condición de las células y los ganglios de la glándula tiroides, así como para detectar los síntomas de cualquier enfermedad, se utiliza una biopsia de tiroides. Implica la recolección de material celular con una aguja, que luego se somete a análisis. Gracias a este método, es posible determinar la naturaleza del tumor y el tipo de inflamación.

¿Qué muestra la biopsia por aspiración con aguja fina de la glándula tiroides?

La tarea principal de la encuesta es identificar las células que están predispuestas a la formación de educación sobre el cáncer. En su proceso, se establecen las siguientes patologías:

  1. Cáncer de la glándula tiroides, en presencia de carcinoma, linfoma o metástasis expresadas.
  2. En caso de inflamaciones y formaciones que se asemejan a los ganglios, se llega a una conclusión sobre el desarrollo de la tiroiditis autoinmune .
  3. Además, se establece un tumor folicular mediante una biopsia del nódulo tiroideo, y la probabilidad de que sea de naturaleza maligna es del 20%.

El resultado del procedimiento puede ser una conclusión no informativa, que requiere una biopsia repetida.

Preparación para la biopsia tiroidea

Antes de comenzar el examen, un especialista debe consultar sobre los medicamentos utilizados por el paciente. Además, es necesario informar la presencia de una alergia a medicamentos y problemas de coagulabilidad de la sangre.

Inmediatamente antes del procedimiento, se prevén las siguientes actividades:

  1. Habiéndose familiarizado con posibles peligros, el paciente acepta las condiciones y signos.
  2. El paciente debe quitar todas las dentaduras postizas, joyas y otros productos de metal.
  3. Antes de la operación durante diez horas, está prohibido tomar alimentos y bebidas.

¿Cómo se hace una biopsia de tiroides?

Los pacientes en la víspera del examen se les recomienda tomar un sedante. El uso de anestesia no es práctico, ya que el medicamento, mezclado con material celular, puede afectar el resultado del procedimiento. La biopsia de punción de la glándula tiroides se lleva a cabo en la siguiente secuencia:

  1. El paciente se acuesta boca arriba con la cabeza inclinada hacia atrás.
  2. El médico, habiendo procesado el lugar de la punción con alcohol, hace dos o tres inyecciones desde un nodo.
  3. La pieza de tejido resultante se coloca sobre el vidrio, que luego se transfiere a una histología para su examen.

El procedimiento no dura más de dos minutos, y ya diez minutos después del examen, el paciente puede irse a casa.

Durante la manipulación, es importante no tragar saliva, ya que existe un alto riesgo de que la aguja se mueva y tome el material incorrecto.

El control del proceso se lleva a cabo utilizando una máquina de ultrasonido , por lo que puede determinar con mayor precisión la ubicación del tejido afectado.

Una biopsia de la glándula tiroides: ¿es doloroso?

Las sensaciones de la punción son comparables a las que generalmente se observan cuando se inyectan en la nalga. El hecho es que la realización de que la biopsia con aguja fina de la glándula tiroides se realiza en el cuello asusta a los pacientes. Sin embargo, el procedimiento no fue en vano llamado aguja fina, porque implica el uso de agujas mucho más delgadas que con inyecciones intramusculares. Por lo tanto, el dolor prácticamente no se debe sentir.

Consecuencias de una biopsia tiroidea

Este procedimiento es completamente seguro. Durante los primeros días, puede haber dolor en el cuello, así como hematomas menores en el área de punción. Para evitar su aparición, se recomienda apretar fuertemente un trozo de algodón después de la inyección.

Algunos creen que una biopsia hace que el nódulo se convierta en un tumor, pero hasta el momento no se ha registrado ningún caso de este tipo. También existe la idea errónea de que la manipulación provoca el crecimiento del tumor, pero no hay evidencia de esto.