Bolsa de frigorífico con sus propias manos

Durante las vacaciones de verano, cuando muchas personas emprenden un viaje, la cuestión de cómo mantener la frescura de los alimentos en el camino es muy aguda. Donde quiera que vaya: a la playa de campo más cercana o en un largo viaje, para guardar sus suministros del calor ayudará a la bolsa más fresca. ¿Qué es esta adaptación? Una bolsa de refrigerador (o una bolsa térmica) es esencialmente una bolsa normal, equipada con una capa de material aislante del calor en el interior, y el frío se almacena en ella gracias a los acumuladores de frío, que previamente se congelan en un refrigerador doméstico convencional. Para adquirir este dispositivo útil, no es necesario gastar una gran cantidad para su compra. Hacer una bolsa-refrigerador con sus propias manos no es para nada difícil, pero costará mucho menos de lo que se compró en la tienda. Funcionalmente, la bolsa de refrigerador casera no será inferior a sus análogos comprados y permitirá mantener los productos incluso en el calor más fuerte durante al menos 12 horas.

¿Cómo hacer una bolsa de refrigerador?

  1. Antes de coser una bolsa de refrigerador, debe determinar el material aislante del calor (aislamiento). Debe ser ligero, fuerte y bien conservado en frío. En nuestro caso, es polietileno de lámina de espuma, que puede comprar en cualquier tienda de materiales de construcción.
  2. Elegimos una bolsa adecuada para nuestras necesidades. Debe ser espacioso y no muy engorroso, y lo más importante, cómodo. El tamaño de la bolsa debe elegirse en función de cómo planea moverlo, manualmente o en automóvil.
  3. Producimos una caja interna de material aislante. Para hacer esto, marcamos en el calentador los detalles de la bolsa: las paredes inferior, lateral, delantera y trasera. Como resultado, obtenemos una "cruz", en el centro de la cual hay un fondo. Debe recordarse que para que el revestimiento del calentador se adapte normalmente a la bolsa, debería ser un poco menos que eso. Por lo tanto, el patrón debe hacerse 3-5 cm más pequeño que el tamaño real de la bolsa.
  4. Doblamos nuestra "cruz" en el principio de la caja, conectando las paredes laterales con cinta adhesiva (cinta adhesiva). Todas las costuras deben estar pegadas por dentro y por fuera, tratando de no dejar huecos y ahorrando escocés, porque depende directamente de qué tan bien la bolsa haga frente a su tarea y mantenga los productos fríos.
  5. Pegamos a la caja resultante la tapa del calentador. Es mejor cortar la tapa de la caja como una pieza separada, y no para formar una sola pieza, entonces será mejor reclinarse y ser más denso para el resto de la estructura.
  6. Insertamos el diseño resultante en la bolsa. Si hay espacio entre la caja de aislamiento y la bolsa, debe llenarse con cortes de aislamiento, gomaespuma. Alternativamente, la caja se puede unir a la bolsa desde el interior con una cinta de doble cara.
  7. Nuestra bolsa de refrigerador está lista. Solo queda para producir baterías de almacenamiento en frío. Para ello, llene las botellas de plástico o las viejas botellas de agua caliente con solución salina y congélelas en un refrigerador doméstico normal. Para hacer una solución de sal, es necesario disolver la sal en agua en la proporción de 6 cucharadas de sal por litro de agua. Como acumuladores fríos, es posible usar bolsas especiales de polietileno, también llenándolas con solución salina.
  8. Ponemos acumuladores fríos en el fondo de la bolsa y lo llenamos con comida, cambiando cada capa con varias baterías más. Para mantener la bolsa más tiempo fría, los productos deben empacarse lo más ajustadamente posible.