Cáncer bronquial: los primeros síntomas

Los médicos generalmente combinan las neoplasias malignas de los pulmones y los bronquios con un término (cáncer broncopulmonar). El hecho es que los tumores del sistema respiratorio, como regla, se desarrollan en paralelo. Es importante diagnosticar tan pronto como sea posible el cáncer bronquial: los primeros síntomas de la enfermedad, aunque similares a otras enfermedades respiratorias, le permiten sospechar oncología incluso en las etapas iniciales del desarrollo.

Síntomas del cáncer bronquial en una etapa temprana de una naturaleza general

Al principio, el tumor en los bronquios es pequeño, no más de 3 cm de diámetro. No hay metástasis en una etapa temprana.

Las manifestaciones clínicas generales de la neoplasia maligna en los bronquios son las siguientes:

Estos síntomas son comunes a muchas otras enfermedades de los órganos respiratorios y nasofaríngeos, por lo que vale la pena prestar mucha atención a los signos característicos de la patología descrita.

Los primeros signos específicos de cáncer bronquial en una etapa temprana

Además de la ya seca tos dolorosa, la oncología de los bronquios es muy característica de la neumonitis, una inflamación periódica del pulmón sin motivo aparente. Se produce debido a la inflamación de los tejidos bronquiales y la posterior infección de los pulmones. Simultáneamente, se produce una atelectasia (acceso al aire de frenado) de uno o más segmentos del pulmón afectado, lo que intensifica el proceso patológico.

Síntomas de neumonitis:

Con el tratamiento apropiado, la inflamación disminuye, y el estado del paciente se normaliza, pero después de 2-3 meses se reanuda la neumonitis. También entre los primeros signos de cáncer bronquial se debe notar la progresión de la tos. Después de un tiempo, este síntoma no se vuelve tan seco, incluso se comienza a liberar una pequeña cantidad de esputo. La secreción del tracto respiratorio es viscosa y difícil de expectorar. Con un examen visual cuidadoso de este moco, se encuentran venas o pinchazos de sangre, sus coágulos. En casos raros, el esputo está completamente teñido, adquiriendo un tono rosado.

Es importante recordar que la presencia de incluso todas las características enumeradas no puede servir como base para establecer un diagnóstico oncológico. Se requieren varios estudios de rayos X.