El hombre no puede controlar completamente sus emociones, de modo que si aprende a "leer" el lenguaje corporal, puede reconocer el engaño, determinar el deseo del interlocutor, aprender su actitud hacia usted, etc. Ahora intentemos descubrir cómo reconocer la mentira mediante expresiones faciales y gestos .
10 errores de un mentiroso o cómo reconocer una mentira?
Cada persona es diferente y reacciona de manera diferente, pero hay varios signos comunes que hacen posible calcular que una persona está mintiendo:
- Frotar la nariz . Desafortunadamente, este gesto casi siempre permanece invisible, porque todo sucede muy rápido y naturalmente.
- Frotando los párpados . Cuanto más intensa es la persona que se frota el párpado, más mentiras, pero la mujer es más difícil de calcular; su maquillaje "salva", lo hace con mucho cuidado y casi imperceptiblemente.
- Rasguño de la oreja . Sin embargo, este gesto puede significar no solo una mentira , sino también una reticencia a escuchar al interlocutor.
- Rasguño del cuello . Por lo general, un mentiroso lo convierte en el dedo índice de la mano derecha.
- Mordiendo los dedos . Esto habla más sobre la inseguridad y la desconfianza, pero muy a menudo este gesto es utilizado por la persona que te engaña.
- A la vista . También puedes reconocer las mentiras por los ojos, solo es necesario observar cómo se mueve el alumno. Si los ojos están activamente "corriendo" o la persona mira hacia otro lado, entonces, por supuesto, él está mintiendo.
- Cubriendo la boca con sus manos . Esta es una de las señales más vívidas de que el narrador no es sincero contigo.
- Esconde sus manos El mentiroso inconscientemente trata de esconder sus manos en sus bolsillos o detrás de su espalda, aunque en algunos casos tal persona por el contrario, hace gestos con fuerza.
- Tensión de los músculos de la cara . Cuando una persona habla falsedad, una ceja o un párpado puede contraerse en la cara, las comisuras de sus labios se comprimen.
- Postura antinatural Cuanto más miente una persona, más antinatural se vuelve la posición en la que se sienta o se para, porque en el subconsciente, su interlocutor se siente incómodo con lo que tiene que mentir.