El menisco medial

Para garantizar una marcha suave, una movilidad normal y la amortización de la articulación, se ubican capas intermedias delgadas de tejido cartilaginoso, llamadas meniscos. En cada rodilla están emparejados, internos y externos. Constan de 3 partes: el cuerpo, el cuerno delantero y trasero. El menisco interno o interno es menos móvil. En vista de esto, está sujeto a diversas lesiones y cambios degenerativos, a menudo irreversibles.

Daño severo al menisco medial de la rodilla

Las lesiones no peligrosas de la capa cartilaginosa incluyen:

Tal daño se acompaña de síndrome de dolor agudo y signos de inflamación, pero son susceptibles de terapia farmacológica con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y condroprotectores . Como regla, después de 2-3 semanas todas las manifestaciones clínicas de la patología desaparecen por completo, se restablecen la movilidad articular y sus funciones extensoras.

Ruptura o separación del menisco medial de la articulación de la rodilla

El trauma descrito se considera una lesión grave, ya que conduce al desplazamiento de las partes desgarradas de la capa cartilaginosa en la articulación, restricción fuerte, a veces completa, de la movilidad de la rodilla. Esta patología también está acompañada de dolor intenso y signos de inflamación.

Además, la ruptura del cuerno posterior o anterior del menisco medial puede provocar cambios degenerativos en la articulación de la rodilla de naturaleza irreversible. Está plagado de complicaciones para toda la vida e incluso de una discapacidad posterior.

El daño pesado a la capa cartilaginosa se trata quirúrgicamente. Después de la cirugía, se lleva a cabo un curso prolongado de medicamentos restauradores y fisioterapia. Además, se prescribe un masaje terapéutico y se realizan ejercicios especiales para normalizar la movilidad de la articulación.