El shock cardiogénico es una insuficiencia ventricular aguda con una disminución aguda de la función contráctil del corazón y, como consecuencia, una disminución de la presión arterial y un suministro insuficiente de sangre a los órganos. Muy a menudo, el shock cardiogénico se desarrolla como una complicación del infarto de miocardio y en la mayoría de los casos conduce a la muerte.
Causas del shock cardiogénico
Entre los factores provocadores se distinguen:
- un infarto de miocardio extenso, en el cual se afecta más del 40% del miocardio, y el corazón normalmente no puede contraerse y bombear sangre;
- inflamación del músculo cardíaco (miocarditis aguda);
- la ruptura del tabique interventricular que separa el ventrículo derecho del corazón de la izquierda;
- estenosis aguda (constricción) de las válvulas cardíacas;
- falla aguda de las válvulas cardíacas;
- tromboembolismo masivo de la arteria pulmonar.
Tipos de shock cardiogénico
En medicina, es costumbre distinguir tres formas de shock cardiogénico: reflejo, choque cardiogénico verdadero y arrítmico:
- Reflejo. Es la forma más liviana, que, como regla general, no es causada por un daño extenso al miocardio, sino por una disminución en la presión sanguínea debido al síndrome de dolor severo. Con el alivio oportuno del dolor, el pronóstico adicional es relativamente favorable.
- Un verdadero shock cardiogénico. Ocurre con ataques cardíacos extensos. En el caso de que el 40% o más del corazón esté necrosado, la tasa de mortalidad es cercana al 100%.
- Choque arrítmico. Se desarrolla debido a una taquicardia ventricular aguda o bradiarritmia aguda. Los trastornos del suministro de sangre se asocian con un cambio en la frecuencia de las contracciones del corazón y, después de la normalización de su ritmo, los síntomas del shock generalmente desaparecen.
Síntomas clínicos y diagnóstico de shock cardiogénico
Entre ellos están:
- una fuerte disminución en la presión arterial (menos de 90 mm Hg) y la presión pulsada (menos de 20 mm Hg);
- taquicardia;
- Pálido (a menudo con elementos cianóticos) y piel húmeda;
- extremidades frías;
- disminución de las venas debido a la disminución de la presión;
- pérdida de conciencia;
- La infracción de la evacuación urinaria (a la presión arterial más abajo de 50 mm Hg, los riñones dejan de funcionar).
Si el paciente tiene síntomas de shock cardiogénico, los médicos evalúan la gravedad de estos síntomas, miden la presión arterial y del pulso, la frecuencia cardíaca y evalúan el índice cardíaco. Los siguientes procedimientos también se usan para establecer la causa exacta y el área afectada:
- Electrocardiograma: para determinar el estadio y la ubicación del infarto, su profundidad y vastedad.
- Ultrasonido del corazón: ayuda a evaluar el alcance del daño, a determinar la cantidad de sangre expulsada por el corazón en la aorta, para determinar cuál de los departamentos del corazón sufrió.
- La angiografía es un método de contraste de rayos X para examinar vasos, en el que se inyecta un agente de contraste en la arteria femoral. Este examen se lleva a cabo si los métodos quirúrgicos de tratamiento son posibles.
Tratamiento del shock cardiogénico
El tratamiento de esta enfermedad se lleva a cabo exclusivamente en la unidad de cuidados intensivos del hospital. Las medidas de emergencia para el shock cardiogénico tienen como objetivo aumentar la presión arterial y normalizar el suministro de sangre de los órganos vitales.
Medidas generales:
- Anestesia Es especialmente importante en la forma refleja de shock.
- Oxigenoterapia El uso de una máscara de oxígeno para evitar la falta de oxígeno del cerebro.
- Terapia trombolítica. Administración intravenosa de medicamentos para mejorar la circulación sanguínea y prevenir la formación de coágulos de sangre.
- Terapia de apoyo. Administración intravenosa de medicamentos con potasio y magnesio para mejorar la nutrición del músculo cardíaco.
Estimulación La introducción de medicamentos que estimulan la reducción del músculo cardíaco.
El tratamiento del shock cardiogénico se acompaña necesariamente del control de las actividades de los órganos vitales:
- El monitor cardíaco.
- Medición regular de presión y frecuencia cardíaca.
- Instalación de un catéter urinario para evaluar la función renal.
Después de tomar medidas primarias, se determina un tratamiento adicional según el tipo y la gravedad de la afección del paciente, y puede ser tanto quirúrgico como conservador.