La galvanización en medicina es un método de fisioterapia que consiste en la acción sobre el cuerpo de una corriente continua y constante de baja tensión (30-80 V) y una fuerza pequeña (hasta 50 mA). El efecto se realiza por medio de electrodos de contacto unidos al cuerpo en la región deseada.
Tipos de galvanización y electroforesis
Para el procedimiento se utilizan electrodos especiales de chapa de acero o de plomo, de hasta 0,5 mm de grosor, conectados mediante un cable al aparato de galvanización. Sobre los electrodos, generalmente se aplica una gasa u otra junta que es más grande que el electrodo, que se humedece con agua tibia antes del procedimiento.
Galvanización de zonas individuales
Se usa para influenciar un área específica. Las variantes más comunes de dicha galvanización en fisioterapia son el collar galvánico, el cinturón galvánico y la galvanización nasal.
Galvanización general
Se coloca un electrodo grande (15x20 cm) entre las cuchillas del paciente y se conecta a uno de los polos del aparato. Los electrodos conectados al segundo polo están ubicados en el área de los músculos de la pantorrilla. Por lo tanto, todo el cuerpo está expuesto a la corriente.
Electroforesis
Combina el método de galvanización convencional y la introducción de una sustancia de fármaco en el cuerpo con él. Para llevar a cabo la electroforesis, la almohadilla de uno de los electrodos no se humedece con agua, sino con la solución medicinal correspondiente.
Indicaciones y contraindicaciones para galvanización
Dependiendo de la fuerza, el lugar y el tiempo de exposición por galvanización, es posible lograr un aumento o disminución de la función del tejido, mejorar la circulación periférica, acelerar la regeneración de los tejidos dañados, mejorar la función reguladora del sistema nervioso.
La galvanización se usa en el tratamiento de:
- enfermedades y lesiones del sistema nervioso periférico;
- estados neuróticos, distonía autonómica, neurastenia;
- enfermedades del sistema digestivo;
- angina de pecho ;
- procesos inflamatorios crónicos;
- hiper e hipotensión;
- aterosclerosis en la etapa inicial;
- algunas de las enfermedades ENT;
- algunas enfermedades de los ojos;
- artritis crónica.
Contraindicado este método de tratamiento cuando:
- intolerancia individual;
- procesos inflamatorios purulentos y agudos;
- aterosclerosis severa;
- enfermedades sistémicas de la sangre;
- enfermedades infecciosas, acompañadas de un aumento de la temperatura corporal;
- daño a la piel y enfermedades de la piel;
- embarazo