Hipoxia del feto - síntomas

La hipoxia fetal es una condición asociada con la ingesta insuficiente de oxígeno en el feto. Una terrible complicación de la hipoxia es la asfixia, una afección potencialmente mortal del feto, cuando por alguna razón su cuerpo deja de recibir oxígeno. La asfixia puede provocar la muerte del feto o trastornos graves del sistema nervioso central y cardiovascular.

¿Qué causa la hipoxia fetal?

La hipoxia del feto es aguda y crónica. La hipoxia crónica del feto durante el embarazo se observa en el 10% de las mujeres y se asocia con la patología extragenital concomitante existente (enfermedades cardiovasculares y del sistema respiratorio, anemia crónica), patología del embarazo (conflicto de rhesus, grupo sanguíneo, gestosis tardía) e insalubre estilo de vida (fumar, alcoholismo, drogadicción, trabajo en empresas dañinas). La etapa inicial de la hipoxia fetal se caracteriza por la activación de mecanismos de adaptación (algunos aumentan la frecuencia cardíaca a 160 latidos por minuto, activación de procesos metabólicos), lo que aumenta la resistencia del organismo fetal a la posterior falta de oxígeno.

La hipoxia fetal aguda (angustia aguda del feto) ocurre, por regla general, en el parto y ocurre por las siguientes razones: abrupción placentaria, parto prolongado (debilidad del parto), pinzamiento de las asas del cordón umbilical (cordón apretado, prolapso de asas del cordón umbilical durante el trabajo de parto). El diagnóstico de hipoxia fetal en el parto se confirma al escuchar los latidos cardíacos fetales entre contracciones o cardiotocografía. Normalmente, la frecuencia cardíaca fetal está dentro del rango de 110-170 latidos por minuto. La palpitación del feto durante la hipoxia al principio aumenta por encima de 170 latidos por minuto, y cuando se aprieta con ayuda, pasa a una bradicardia (por debajo de 110 latidos por minuto).

¿Cómo determinar la hipoxia fetal?

Y, sin embargo, ¿cómo reconocer la hipoxia del feto durante el embarazo? Los primeros signos de hipoxia intrauterina del feto pueden ser determinados por la propia mujer, escuchando la frecuencia de sus movimientos. El movimiento del feto durante la hipoxia es frecuente al principio, y en el caso de un aumento en la deficiencia de oxígeno se vuelve raro y lento (menos de 3 veces en 1 hora). Confirme el temor de que el niño sufra de falta de oxígeno, puede utilizar métodos especiales de investigación: cardiotocografía, dopplerometría y el estudio del líquido amniótico.

Tratamiento del hambre de oxígeno fetal

Las medidas médicas para la hipoxia dependen de su tipo: agudas o crónicas. La hipoxia diagnosticada en el trabajo de parto es una indicación para el parto de emergencia por cesárea, si se sospecha de angustia cuando se produjo la inserción de la cabeza, entonces se recomienda que el parto se acelere mediante la extracción al vacío del feto. El nacimiento de un niño ocurre con la presencia obligatoria de un neonatólogo que estima al recién nacido a 1 y 5 minutos en la escala de Apgar y proporciona la asistencia necesaria. Todas las salas de maternidad y las maternidades operativas están equipadas con el conjunto necesario para la provisión de reanimación al recién nacido.

Con los signos iniciales de hipoxia fetal durante el embarazo, debe consultar inmediatamente a un médico para que le recete los estudios necesarios para confirmar la falta de oxígeno. La corrección de la hipoxia crónica es el tratamiento de enfermedades extáticas, paseos diarios al aire libre, nutrición racional y el rechazo de los malos hábitos.

Si quieres tener un hijo sano y con todas las de la ley, debes cuidarlo antes del embarazo: cura enfermedades comórbidas, abandona los malos hábitos, cambia el trabajo dañino y elimina las posibles tensiones.