Los linfocitos son bajados

La función principal de estas células inmunes es la formación correcta de una reacción protectora del organismo en respuesta a la penetración de virus. Por lo tanto, es importante prestar atención a los resultados de un análisis de sangre y tomar las medidas adecuadas si los linfocitos se reducen aunque sea levemente o si su cantidad es rechazada de los parámetros normales para controlar la concentración.

Causas de un bajo recuento de linfocitos en la sangre

Los niveles admisibles de las células inmunes en cuestión son del 18 al 40%. Las variaciones en este rango son posibles con el estrés, el exceso de fatiga, en las mujeres, las fluctuaciones a veces son causadas por el inicio del ciclo menstrual.

El nivel reducido de linfocitos en la sangre indica el desarrollo de linfopenia. Esta condición se caracteriza por la migración de las células descritas desde el fluido biológico que circula en los vasos hasta los tejidos donde comienza el proceso inflamatorio. Las siguientes patologías pueden ser la causa:

Cabe señalar que estos factores son característicos de la linfopenia absoluta. Esto significa ausencia casi completa de cualquier clase de linfocitos en la sangre.

La forma relativa de esta condición indica que el porcentaje de linfocitos a los otros tipos de células en la fórmula leucocitaria está alterado. Como regla, dicha linfopenia se elimina más fácil y más rápido, ya que no siempre es un signo de procesos inflamatorios graves.

En las mujeres embarazadas, la cantidad de linfocitos también se reduce con frecuencia. Esto se debe al mecanismo natural que permite que el óvulo fecunda. De lo contrario (mientras se mantiene el nivel normal de células inmunes), los linfocitos percibirían los genes masculinos como extraños y, en consecuencia, contribuirían a la formación de una respuesta agresiva, bloqueando su penetración y, por lo tanto, excluyendo la posibilidad de embarazo.

Los linfocitos se reducen y los monocitos se elevan en la prueba de sangre

La reacción del sistema inmune consiste en la absorción de células patogénicas extrañas y luego en su eliminación. En este proceso, los monocitos y los linfocitos participan, por lo que su porcentaje en la sangre es importante, lo que indica la presencia o ausencia de inflamación. Las desviaciones en la concentración de estas células de las tasas normales indican una enfermedad infecciosa o viral.

Un aumento en la concentración de monocitos, cuando los linfocitos en la sangre se reducen, causa las siguientes razones:

Cabe señalar que los factores que contribuyen a dicho cambio en el número de células inmunitarias pueden ser enfermedades más simples, por ejemplo, gripe, infecciones respiratorias agudas o infecciones respiratorias agudas.

La mononucleosis raramente se acompaña de una disminución simultánea en el número de linfocitos, esto es típico solo en las etapas iniciales de la enfermedad. En el desarrollo posterior de su desarrollo, la concentración de células aumenta proporcionalmente con los monocitos, y en un tiempo muy corto.