Museo de cacao y chocolate


Bruselas obtuvo la gloria de la capital mundial del chocolate y se convirtió en la ciudad más querida para todos los golosos. Fue en esta hermosa ciudad de Bélgica donde apareció el chocolate, comenzó la producción de dulces y varias figuras dulces. No es de extrañar que en una ciudad tan interesante se encuentre el Museo del Chocolate y el Cacao. En este punto de referencia de Bruselas, adultos y niños intentan entrar, porque la gira es muy interesante.

Excursión en el museo

Una vez dentro del museo, se sentirá fascinado por el delicioso aroma del chocolate, que se transporta a cientos de metros a lo largo de las calles. No es de extrañar que muchos turistas encuentren el edificio discreto del museo por el olfato. Sobre el recorrido en el Museo del Cacao y el chocolate no necesitará negociar con anticipación. Puedes gastarlo todos los días y disfrutar de cada momento.

La visita al Museo del Cacao y el Chocolate comienza con una historia sobre cómo apareció por primera vez este producto en Bélgica y cómo se usó. Para hacer esto, el edificio tiene una habitación pequeña separada con herramientas, herramientas y fotos de la primera confitería. La próxima etapa de la excursión será una visita al taller, en el que se elaboran obras maestras de chocolate y dulces diversos. Puede ver no solo el proceso de cocción, sino incluso participar en él y crear sus dulces favoritos por una pequeña tarifa.

En la construcción del museo hay una tienda, en los bancos de la cual caen los productos recién preparados en el taller. Como de costumbre, los dulces de chocolate tienen un alto nivel de calidad y excelente sabor.

Para la nota

El costo de visitar el Museo del Cacao y el chocolate es de 5,5 euros para adultos, niños menores de 12 años, gratis. El edificio se encuentra casi en el centro de Bruselas, se puede llegar en transporte público . La parada de autobús más cercana se llama Plattesteen, y el tranvía se llama Bourse (tranvía número 3,4,32). Salir en cualquiera de ellos, tendrá que caminar un par de cuadras hasta Pierre Street. Cerca del museo hay una tienda de confitería y una cafetería, que se convertirá en su guía.