Neumonía viral

La neumonía viral es una enfermedad en la que las vías respiratorias inferiores se inflaman. Los agentes causantes de la neumonía son virus, con menor frecuencia bacterias u hongos, que en el contexto de un debilitamiento general de la inmunidad atacan las células del cuerpo y se reproducen con éxito en ellas. Muy a menudo, el virus causa influenza A y B, adenovirus, virus sincicial respiratorio y parainfluenza en niños.

Sintomatología y desarrollo de neumonía

La neumonía viral, cuyo período de incubación dura de tres a cinco días, a menudo es engañada por la similitud de los síntomas característicos de SAO o influenza. Dado que la infección del cuerpo se produce en el contexto de estas enfermedades, puede diagnosticarse empeorando la condición del paciente, a pesar del tratamiento de estas enfermedades.

Los síntomas de la neumonía viral se manifiestan en un escalofrío que indica una fuerte intoxicación del cuerpo. Él sufre enfermo:

Algunos virus-patógenos provocan dolor de cabeza, náuseas, diarrea y vómitos, que no son más que la respuesta de un organismo a la intoxicación y su reacción protectora. La temperatura alta indica una respuesta adecuada del cuerpo a las manifestaciones del virus. Si la temperatura no baja, entonces el proceso inflamatorio ha comenzado.

Diagnosis de la enfermedad

La neumonía viral, cuyos síntomas y tratamiento en la etapa inicial han sido diagnosticados erróneamente, y los medicamentos se prescriben después de unos días, pueden agravarse por la adición de bacterias, y esto complica la condición del paciente. Hay dolor en el área del pecho, una tos fuerte con la separación de flemas y moco con inclusiones de pus. Dada la combinación de síntomas e indicaciones de fluoroscopia, el médico puede diagnosticar neumonía viral y recetar un tratamiento.

Tratamiento y prevención de neumonía

La neumonía es una enfermedad viral, y los medicamentos recetados por un médico son sintomáticos y antivirales. Los medicamentos antivirales son efectivos solo si se toman a más tardar 48 horas después de la infección. Por esta razón, se recetan a los pacientes para la prevención en los primeros síntomas.

Si se pierde tiempo, el uso adicional de medicamentos antivirales no tiene sentido. Antes de tratar la neumonía viral, que no se puede diagnosticar de inmediato, se le recetan preparaciones para la tos. En un momento en que la tos ya no está seca y aparece el esputo, el uso de estos medicamentos debe suspenderse de inmediato. La recepción adicional de tales fármacos implicará una complicación en forma de neumotórax: acumulación de aire en los pulmones.

Para facilitar la salida de la flema, el médico receta expectorante en forma de tabletas, jarabes e inhalaciones con estos medicamentos, así como masajes de drenaje. Después de que las bacterias se agregan a la enfermedad común, a la neumonía se le recetan antibióticos, dependiendo de la condición del paciente y del curso de la enfermedad.

El curso del tratamiento con antibióticos dura de siete a diez días. En este caso, al paciente se le prescribe un reposo en cama en un hospital de una institución médica. Dado que la neumonía viral se transmite por gotitas suspendidas en el aire, el paciente está en cuarentena para evitar la propagación de la infección.

Consecuencias de la enfermedad

La neumonía viral, cuyo tratamiento fue exitoso debido al diagnóstico oportuno, lleva dos o tres semanas sin consecuencias significativas. Pero con mayor frecuencia los pacientes no siempre van al médico a tiempo, refiriéndose al hecho de que tienen gripe y se recetan a sí mismos un tratamiento, guiados por la abundancia de medicamentos publicitarios en la televisión. En el tratamiento de la neumonía avanzada, los casos de complicaciones son frecuentes, como: