Patología del cuello uterino

Durante el embarazo, el cuerpo femenino sufre algunos cambios. El cuello uterino en este aspecto es uno de los órganos principales, cuyas enfermedades pueden afectar significativamente tanto el embarazo como el proceso de parto. La patología del cuello uterino durante el embarazo puede representar una amenaza para la vida del feto, ya que es la causa de un aborto espontáneo, tanto en una fecha temprana como posterior.

Clasificación de la patología cervical

Insuficiencia isquémicocervical

En un estado normal, el cuello uterino tiene un diámetro de aproximadamente 2,5 cm. Con una anomalía similar, los músculos del cuello del chaleco no se contraen, lo que conduce a una apertura prematura. En este caso, el feto, sin apoyo, se cae, lo que resulta en el comienzo del parto.

La insuficiencia de Isthmiko-cervical , como regla, provoca abortos involuntarios en un período de 20-30 semanas. Algunas mujeres notan dolores punzantes, en otras, tal patología del cuello uterino no se acompaña de síntomas.

Endocervicitis

La endorcervicitis ocurre con mayor frecuencia como resultado de una infección transmitida, estafilococo, E. coli u otra enfermedad similar. La patología se acompaña de secreciones con un olor desagradable, inflamación del cuello uterino y puede causar un aborto espontáneo tardío y un nacimiento prematuro.

Erosión cervical

La erosión del cuello uterino en el embarazo es una afección patológica en la cual la herida aparece en el órgano. La erosión, por regla general, es causada por el virus del papiloma humano, trastornos hormonales, trauma mecánico después de usar una espiral o anticonceptivos químicos, abortos previos con curetaje de la cavidad uterina. Como regla general, el tratamiento de la erosión como patologías del cuello uterino durante el embarazo no se lleva a cabo, pero comienza ya en el período posparto.

Cribado de patología cervical

Un especialista en la patología del cuello uterino determina cualquier anomalía con la ayuda de la colposcopia, un examen externo con un colposcopio. En combinación con la investigación citológica, este método permite determinar la patología en una etapa temprana del desarrollo.

Si en el examen primario en el primer trimestre del embarazo se detectan cambios anormales, incluso menores, se realizarán más estudios posteriormente. Además, para un diagnóstico más preciso en el segundo trimestre, use un avistamiento y una biopsia extendida.