¿Por qué tengo que tener hijos?
A continuación, damos las respuestas más populares a esta pregunta, que se puede escuchar de mujeres y hombres jóvenes:
- Muy a menudo la pareja, cuando se le pregunta por qué necesitan niños en su familia , dice: "Bueno, ¿qué tipo de familia sin hijos?". Tales padres deciden tener un hijo simplemente porque es tan necesario que nadie lo condena, y por otras razones similares. Desafortunadamente, a veces las mamás y los papás jóvenes no están listos para el nacimiento de su continuación, y no toman el nacimiento del bebé lo suficientemente en serio. A menudo en tal situación, el niño es criado por las abuelas, y los padres no muestran la atención adecuada a su hijo.
- Durante el estudio de la pregunta, ¿por qué los niños necesitan un hombre, la respuesta más popular es: "También lo hace la esposa". Dichos padres dan por hecho el nacimiento de un niño, no consideran necesario tratar con el bebé y cambian completamente el cuidado de las migas a su cónyuge. En el futuro, tales familias a menudo se rompen debido a la falta de participación del padre en la crianza del niño.
- Finalmente, la pregunta de por qué los niños necesitan una mujer, puede obtener una gran cantidad de respuestas diferentes. A menudo, una niña decide dar a luz a un niño, para que haya alguien a quien cuidar, para ayudar a alguien en la vejez y así sucesivamente. Una de las razones más comunes y, al mismo tiempo, estúpidas es el deseo de salvar a la familia y mantener al marido. En la mayoría de los casos, las familias se desintegran, independientemente de la cantidad de niños que haya en ellas, y la mujer comienza a sentirse agobiada por el nacimiento de otro niño.
La respuesta a esta pregunta difícil puede ser diversa. Cada adulto decide por sí mismo si los niños lo necesitan o no, y si es así, por qué. Pero, ¿es realmente necesario cuestionar la necesidad de la procreación?
Y, además, el niño necesita compartir con él su propia vida larga y feliz. Para compartir con él pequeñas y grandes alegrías, para mostrar el mundo en el que vivirá. Para enseñarle a caminar, hablar, leer, contar, empatizar con sus seres queridos. Y, finalmente, para escuchar lo atesorado: "¡Mamá y papá, te amo!", Porque nada jamás reemplazará esta felicidad.