¿Por qué surgen conflictos entre padres e hijos?

Todos los padres están esperando el nacimiento de su bebé. Intentan rodearlo de amor y cuidado, dedicarle todo su tiempo e invertir en él todo lo que consideran necesario. Mientras tanto, después de un tiempo, cuando el bebé está creciendo, inevitablemente surgen conflictos en la familia.

Muy a menudo esta situación pone a los padres jóvenes en un estado de estupor. Mamá y papá no saben cómo comportarse con una descendencia adulta, y agravar aún más la situación con sus acciones equivocadas. En este artículo, le diremos por qué hay conflictos en la familia entre padres e hijos, y cómo se pueden resolver.

Las causas de los conflictos entre padres e hijos

Absolutamente todos los conflictos entre las personas más cercanas surgen de un malentendido. Un niño pequeño, que apenas ha alcanzado los 2-3 años, comienza a darse cuenta de que es una persona separada y trata de demostrar con todas sus fuerzas que puede tomar sus propias decisiones y realizar ciertas acciones sin la ayuda de su madre. Al mismo tiempo, resulta que no siempre, lo que a menudo causa resentimiento por parte de los padres.

En la adolescencia, los niños tienen un problema similar. Los jóvenes y las niñas quieren separarse de sus padres lo antes posible, que todavía consideran a sus hijos como niños pequeños. Además, mamá y papá son excesivamente apasionados con su trabajo y le dan a su descendencia una cantidad de tiempo insuficiente, lo que en el futuro a menudo también resulta en disputas familiares y escándalos.

La mayoría de los psicólogos profesionales identifican las siguientes causas de conflicto entre padres e hijos:

Por supuesto, puede ser muy difícil salir de esta situación. Especialmente en el caso cuando los padres e hijos están involucrados en el conflicto, y otras personas, por ejemplo, abuelas. Muy a menudo en esta situación, la autoridad de la madre y el padre a los ojos de su hijo o hija se reduce significativamente, como resultado de lo cual es imposible lograr ciertos objetivos educativos.

A pesar de esto, los padres jóvenes deben tratar de resolver el conflicto lo antes posible. Para hacer esto, debes permanecer lo más calmado posible, aprender a escuchar a tu hijo y observar de cerca su posición de vida, sus puntos de vista y sus gustos.

En situaciones difíciles, cuando fracasan todos los intentos de los padres por establecer relaciones con sus hijos, se puede recurrir a un psicólogo profesional que ayudará a crear un microclima favorable en la familia y a encontrar un lenguaje común para las dos partes enfrentadas.

Además, en todos los casos es necesario prestar especial atención a la prevención psicológica de los conflictos entre padres e hijos, porque cualquier disputa y malentendido es mucho más fácil de prevenir que corregir en el futuro. Los principales elementos de esta dirección son los siguientes: