Poses que enloquecen a los hombres

Las relaciones sexuales entre personas amorosas brindan el máximo placer, fortalecen el matrimonio y hacen que los amantes se sientan como verdaderos "la mitad de un todo".

Tradicionalmente, se proporciona un rol activo en las relaciones íntimas al sexo más fuerte, pero en la actualidad las mujeres no quieren ser pasivas y buscan posturas que vuelvan locos a los hombres.

¿Qué hace que un hombre se vuelva loco?

Todas las personas son individuales en sus preferencias, sin embargo, según los sexólogos, hay poses que a casi todos los hombres les gustan. Y una de esas posturas sexuales son todas variedades de estilo perrito. Esta posición le permite a un hombre dominar completamente la situación, subyugar a una mujer. El placer de la pareja también aumenta debido a una sensación de poder sobre ella. Estas características psicológicas, junto con fuertes sensaciones físicas, son la fuente de los orgasmos más fuertes experimentados por ambos socios.

La siguiente pose más favorita de los hombres en el sexo es la posición de un jinete . En esta posición, la mujer está liderando, puede controlar la velocidad y la fuerza de las penetraciones. Un hombre solo puede obedecer, y si resulta ser tan valiente que le permita inmovilizarse y vendarte los ojos, su sensibilidad aumentará muchas veces debido al énfasis en las sensaciones sexuales.

La pose de un jinete para agravar el placer puede ser variada. Por ejemplo, caer sobre un compañero que no lo enfrenta, sino con su espalda , apoyando sus manos en las rodillas de un hombre. En esta posición, la estimulación de los genitales tanto en hombres como en mujeres aumenta, y las sensaciones se vuelven mucho más brillantes.

Una pose que realmente vuelve loco a un hombre es la pose "69" . Las caricias orales en los hombres son especialmente apreciadas, y esta posición les permite darlas y recibirlas. Sin embargo, algunas mujeres en esta posición se ven constreñidas y constantemente piensan solo en cómo se ven, lo que puede enfriar el ardor de un hombre. Las damas no deberían esforzarse: si un hombre mismo fue el iniciador de tales caricias íntimas, entonces le gusta el aspecto de una mujer y su olor.

Finalmente, es necesario decir que el grado de placer de la vida sexual de una pareja depende solo de ellos mismos, por lo tanto, es necesario entregarse a las caricias íntimas y los experimentos sin vergüenza y con plena confianza de la pareja.