La hipertensión se caracteriza por un aumento en la presión sanguínea en ausencia de enfermedades internas. Su desarrollo contribuye a la formación de aterosclerosis y causa complicaciones de otras enfermedades graves. Los signos de hipertensión durante mucho tiempo permanecen desapercibidos. Después de todo, la presión puede variar según la actividad física, el clima y el estado de ánimo. Por lo tanto, las personas mayores de cuarenta años deben controlar regularmente la presión.
Grados de desarrollo de hipertensión
Consideremos con más detalle cómo se desarrolla la enfermedad. En general, los médicos distinguen tres grados de hipertensión.
Primer grado
La enfermedad se caracteriza por leves aumentos de presión: la presión sistólica (160-180) y la diastólica pueden llegar a 105. Los primeros signos de hipertensión son:
- normalización rápida de alta presión durante el descanso;
- dolor de cabeza
- deterioro del rendimiento mental;
- En casos raros, se produce mareo;
- ruido en la cabeza.
En esta etapa, el ECG prácticamente no muestra ninguna anormalidad, la función renal no se viola, el fondo tampoco ha sufrido ningún cambio.
Segundo grado
El nivel de presión sistólica está dentro de 180-200, la presión diastólica llega a 114. Al mismo tiempo, hay claros signos de hipertensión arterial:
- frecuentes dolores de cabeza;
- el inicio del edema;
- palpitaciones del corazón;
- debilidad en los músculos;
- náuseas.
Durante la encuesta, se revelan los siguientes cambios:
- El ECG muestra el desarrollo de isquemia subendocárdica;
- golpes cerebrales;
- el examen del fondo de ojo muestra la expansión de las venas, la presencia de exudados;
- deterioro del flujo sanguíneo renal.
Tercer grado
Los signos de hipertensión de tercer grado incluyen una presión elevada estable, en la que la diastólica es de 115 a 129, y la sistólica alcanza 230. Los cambios observados en la enfermedad desde el lado de varios órganos:
- insuficiencia cardíaca : insuficiencia cardíaca , mayor riesgo de ataque cardíaco;
- riñones: disminución de la filtración glomerular de los riñones, empeoramiento de su flujo sanguíneo;
- ojo - desarrolla angioretinopatía (daño a la retina de los ojos), agudeza visual reducida;
- el cerebro - una violación de la estructura del sistema nervioso central, la formación de hematomas intracerebrales, el desarrollo de la encefalopatía.
En este caso, la violación de las funciones de los órganos agrava el curso de la hipertensión y conduce a complicaciones de las manifestaciones. Por lo tanto, el daño a los órganos desencadena un ciclo patológico en el cual las complicaciones en sí mismas llevan a la aparición de nuevos síntomas.