Conflicto Rh entre la madre y el feto

Uno de los muchos análisis de sangre que se requiere para entregar a una futura madre es la determinación del factor Rh. Mucha gente sabe acerca de la existencia del conflicto Rh, pero no todos entienden lo que está oculto bajo esta frase. Veamos qué implica esta situación durante el embarazo, y también qué tan peligroso es y cómo se puede evitar.

Conflicto Rhesus entre madre e hijo: ¿qué es eso?

Comencemos con el concepto del factor Rh. Esta es una proteína especial llamada "antígeno", que se encuentra en la superficie de los glóbulos rojos sanguíneos. La gran mayoría de la gente lo tiene, y luego el análisis será positivo. Pero el 15% de las personas no lo tiene y Rhesus es negativo, lo que crea la posibilidad de conflicto.

Si la futura madre tiene un rhesus con un signo menos, y el padre, por el contrario, tiene un "plus", hay un 50% de probabilidad de que el bebé herede los genes del padre del bebé. Pero conduce directamente al conflicto de Rhesus, es la ingestión de glóbulos rojos del feto en el torrente sanguíneo de la madre, cuando, de hecho, esta peligrosa situación comienza a desarrollarse.

Que en el embarazo es peligroso conflicto Rh?

Parece un conflicto de factor Rh en el embarazo, entonces. Al llegar a la madre, el cuerpo percibe la sangre del niño por nacer como una sustancia extraña, como resultado de lo cual el sistema inmunitario de esta mujer da una señal al desarrollo de anticuerpos. Como resultado de sus efectos, los eritrocitos del bebé se descomponen, lo que provoca consecuencias peligrosas del conflicto Rh durante el embarazo:

Los órganos internos agrandados del feto se pueden ver fácilmente con ultrasonido convencional. Si, con los síntomas iniciales del síndrome Rh, no se ha llevado a cabo el tratamiento del embarazo, el embarazo puede terminar muy triste: el niño nace como paciente (hidropesía, síndrome de hinchazón) o muerto.

Por eso es tan importante en el embarazo prevenir el conflicto Rhesus entre madre e hijo y, a tiempo, llevar a cabo su prevención, que es la siguiente. Cuando la sangre fetal ingresa en el torrente sanguíneo de la madre (y esto puede ocurrir con desprendimiento de la placenta y cualquier otra hemorragia), es necesario administrarle de inmediato la inmunoglobulina intramuscular, lo que interferirá con la producción de anticuerpos. Hoy en día, la práctica médica más común es la introducción de este medicamento con fines preventivos a las 28 y 34 semanas, y luego dentro de las 72 horas posteriores al parto.