Los procesos inflamatorios en las membranas mucosas de los ojos pueden ser causados por diversos patógenos. Según estudios en oftalmología, hasta el 30% de estas infecciones ocurren en la conjuntivitis por clamidia. La infección puede ocurrir de varias maneras. Muy a menudo, la clamidia se transmite a través de contactos sexuales genitales y orales y ordinarios. También hay casos de infección en el grupo, a través del hogar y suministros de higiene.
Síntomas de la conjuntivitis por clamidia
En los primeros 5-14 días después de la infección, no hay signos de patología. Después de la expiración del período de incubación, se observan manifestaciones clínicas típicas de infección ocular:
- hinchazón severa de las membranas mucosas y pliegues de los ojos;
- secreción de un grueso secreto purulento;
- pegado de los párpados, especialmente en las mañanas;
- sensación de ardor, sensación de frotarse en los ojos;
- lagrimeo ;
- miedo a la luz brillante;
- la aparición de dolor al tratar de enfocar la visión;
- enrojecimiento de los tejidos blandos y las membranas mucosas.
La fase aguda de la enfermedad considerada dura hasta 3 meses. Si el tratamiento oportuno no se ocupa del proceso inflamatorio, entrará en una forma crónica.
La conjuntivitis lenta se caracteriza por síntomas menos severos:
- secreción mucosa espesa de los ojos;
- fácil hinchazón de los párpados y las membranas mucosas;
- recaídas periódicas de la patología.
Una variedad crónica de infección es difícil de diagnosticar, incluso para un oftalmólogo experimentado, se requerirán pruebas de laboratorio cuidadosas.
¿Cómo tratar la conjuntivitis por clamidia?
La complejidad de la terapia de la enfermedad descrita radica en el hecho de que la clamidia, al ser parásitos intracelulares, no reacciona a todos los grupos de medicamentos antibacterianos.
Para tratar dicha conjuntivitis, los medicamentos antimicrobianos etiotrópicos ( macrólidos , tetraciclinas y fluoroquinolonas) son adecuados.
El autotratamiento de los síntomas y las consecuencias de la conjuntivitis por Chlamydia puede conducir a una transición rápida de la fase aguda a una forma crónica, la propagación de patógenos a otros órganos. Por lo tanto, la terapia debe realizarse solo bajo la supervisión de un oftalmólogo.