Las principales funciones del cuerpo y los procesos del metabolismo energético en él están controlados por una pequeña glándula endocrina en el cerebro: la glándula pituitaria. Es él quien produce las hormonas vitales necesarias para el funcionamiento normal de todos los sistemas del cuerpo humano. Al igual que cualquier estructura similar, esta glándula es propensa a neoplasmas benignos. Por lo tanto, a menudo se le pregunta al endocrinólogo qué es un microadenoma peligroso de la glándula pituitaria y si puede degenerar independientemente en un tumor maligno.
Las consecuencias de la presencia de un microadenoma pituitario en el cerebro
El término "microadenoma" significa que la neoplasia es pequeña, de hasta 10 mm de diámetro. En consecuencia, no comprime los tejidos circundantes del cerebro, las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos.
Sin embargo, incluso un microadenoma insignificante de la glándula pituitaria puede tener consecuencias si es hormonalmente activo:
- trastornos de la visión y el olfato;
- embotados y mareos;
- hiperprolactinemia;
- patología del desarrollo físico y crecimiento;
- sequedad y palidez de la piel;
- aumento de la fatiga;
- trastornos sexuales;
- diabetes insípida ;
- apoplejía;
- cambios abruptos en el peso corporal;
- náuseas y vómitos;
- intolerancia al frío;
- deterioro del apetito;
- enfermedad de la tiroides
Consecuencias después de la operación para eliminar el microadenoma pituitario
La única opción de tratamiento para la patología descrita es la cirugía, que implica la extirpación completa de una neoplasia benigna. Los métodos modernos son mínimamente invasivos, por lo que generalmente no provocan consecuencias negativas.
En casos muy raros, como regla, debido a la falta de profesionalidad del cirujano, se observan los siguientes problemas:
- licorrea;
- daño al tejido pituitario sano;
- infección;
- deficiencia visual;
- trastornos cerebrovasculares del cerebro .