Displasia de cadera en perros

La displasia de las articulaciones de la cadera en los seres humanos se conoce desde la antigüedad, pero solo en las últimas décadas esta enfermedad se ha diagnosticado en los animales. En mayor medida, este fenómeno se asocia con la propagación y la popularidad de las razas que tienen una predisposición genética a la displasia.

Causas de la displasia

La displasia de las articulaciones de la cadera en los perros y las razones de su aparición causan mucha controversia entre los veterinarios. Sin embargo? estudios recientes han confirmado que las razas individuales y líneas de perros relacionadas son más propensas a experimentar esta enfermedad que otras (más vulnerables a los Pekinés, Pugs, y también a las razas grandes ). Además, también se considera el hecho de la forma adquirida de la enfermedad debido a lesiones frecuentemente repetidas, desnutrición, falta de macro y microelementos necesarios, cargas físicas a una edad temprana de la mascota. Aún así, el 90-95% de los casos son consecuencia de la ubicación genética.

Naturaleza de la enfermedad

La causa de la enfermedad es una discrepancia en la forma de los huesos en la estructura de las articulaciones. Durante el movimiento, la fuerza de fricción aumenta, y la articulación se destruye gradualmente; todo esto va acompañado de sensaciones dolorosas.

Sintomatología

La displasia de las articulaciones de la cadera en los perros presenta los siguientes síntomas: cojera, marcha anormal, falta de escalada y salto del animal, actividad motora general reducida. Si no se toman medidas a tiempo, el perro desarrolla una cojera crónica, y los movimientos están constantemente acompañados de sensaciones dolorosas.

Los primeros signos de displasia de cadera en perros pueden aparecer a la edad de cuatro meses a un año.

Grados de enfermedad

Los grados de displasia de las articulaciones de la cadera de los perros son cinco. En el primer grado, la enfermedad no se manifiesta y el animal se ve absolutamente saludable. Los grados segundo y tercero se caracterizan por dislocaciones frecuentes de las articulaciones, y los dos últimos se ven seriamente perturbados.

Terapia

Completamente curar la enfermedad, lamentablemente, es imposible, pero hay varias terapias modernas que pueden reducir el dolor y evitar que la enfermedad progrese.

Cuando la displasia de cadera en perros a menudo recurre a un tratamiento conservador e intervención quirúrgica. El tratamiento conservador implica el uso de medicamentos que promueven la restauración del tejido conectivo y un esfuerzo físico moderado para fortalecer los músculos que sostienen las articulaciones.

Las operaciones se llevan a cabo solo en casos extremos, ya que los cambios son irreversibles y no hay garantía de una recuperación completa.