Infusión del recién nacido en la cara

Las madres de niños pequeños saben de primera mano lo que es sudar. Este problema a menudo se manifiesta en la temporada cálida, cuando la temperatura del aire es alta, y la termorregulación del bebé aún no puede hacer frente al enfriamiento de la piel. La situación se ve agravada por la aspiración patológica de los parientes, para envolver al bebé, para no resfriarse.

Un lugar favorito para las erupciones es todo tipo de arrugas en el cuerpo del bebé. No están ventilados, y cuando el cuerpo se sobrecalienta, la piel en estos lugares está cubierta con una pequeña erupción. La sudoración en la cara de los recién nacidos es mucho menos común que en los corrales o las piernas.

¿Cómo se ve la placa frontal?

A menudo, después de ver la erupción en la cara del bebé, la madre comienza a entrar en pánico a lo familiar y le consulta siempre que sea posible para averiguar qué le sucedió al niño. No todo el mundo sabe si hay fiebre en la cara y, por lo tanto, tenga miedo de que el bebé haya contraído rubéola o varicela .

Este sarpullido puede identificarse de una manera sencilla: es necesario estirar ligeramente la piel con los dedos. Si la erupción ha desaparecido, entonces estamos tratando con un pollo. Es una pequeña burbuja o un parche difuminado de piel rojiza. La erupción puede ir a las mejillas, las orejas y la barbilla, si la sudoración está en el cuello, con menos frecuencia afecta la frente y no ocurre en absoluto en la nariz. Si comienzas y no comienzas a lidiar con el problema a tiempo, puede extenderse para siempre.

¿Peligro de transpiración en la cara de un bebé?

En sí mismo, la sudoración del recién nacido en la cara u otras partes del cuerpo no representa un peligro. Pero si no tomas medidas para eliminarlo, puede comenzar a molestar al bebé y rasguñará los lugares irritados. Entonces la delicada piel puede infectarse y esto se convertirá en un problema.

El sudor en la cara del niño: ¿cómo advertir?

Para prevenir el desarrollo de la enfermedad, debes seguir reglas simples:

  1. Baño regular del niño y lavado de la mañana.
  2. Ropa hecha de fibras naturales
  3. Denegación de pañales en un período caliente.
  4. Cambio frecuente de cama
  5. Mantente al aire libre.

Si el problema ya ha afectado al niño, se ayudará lavando la infusión del turno, tratando las áreas afectadas con polvo o almidón de papa, alternando con lubricación con una solución de clorofilato.