Necrosis del intestino

La necrosis de los tejidos blandos (necrosis del intestino) se acompaña de una alteración del sistema digestivo como un todo, y se vuelve extremadamente peligrosa para el paciente. La patología puede causar la muerte.

El hecho es que las partes muertas son un excelente suelo para el desarrollo de organismos patógenos y microflora patógena. El resultado de la infección puede ser una diseminación muy rápida de la necrosis a otros órganos con la consiguiente intoxicación.

Causas de la necrosis intestinal

Los siguientes factores influyen en el desarrollo de la patología:

En la medicina práctica, hay casos en los que la causa de la necrosis intestinal fue la peritonitis y la apendicitis aguda.

¿Cómo se manifiesta la enfermedad?

Los síntomas de la necrosis intestinal deberían ser la razón para ir a la clínica, y confundirlos con alguna otra dolencia es difícil:

La muerte de los tejidos, por regla general, va acompañada de:

El pronóstico para la recuperación de todos los tipos de necrosis intestinal es positivo solo cuando la zona de necrosis se cubre de tejidos y forma una cápsula. En el curso desfavorable de la enfermedad, pueden formarse úlceras, hasta la fusión, que se complica con hemorragia interna.

¿Qué tratamiento tiene el paciente?

El método más común es eliminar la parte afectada del intestino. El hecho es que la ubicación exacta del proceso necrótico es muy difícil de determinar, y solo se puede ver mediante un examen tomográfico. En este sentido, los médicos son más propensos a enfrentar ya con la etapa avanzada de la enfermedad.

La necrosis del intestino delgado requiere no solo disección y extirpación de la zona dañada, sino también la introducción de un elemento especial que evita la recurrencia de la obstrucción intestinal .

Después de la operación, se prescribe al paciente terapia de desintoxicación y, posiblemente, un tratamiento con antibióticos, así como la corrección de los trastornos digestivos en general.

La necrosis es una patología muy grave, que está sujeta a un diagnóstico completo y tratamiento obligatorio en la clínica bajo la estricta supervisión de un médico.