Placenta previa

Durante el embarazo, es importante observar el correcto desarrollo de la placenta, ya que es el principal nutriente para el feto, y la exactitud de su ubicación es la garantía del curso normal del embarazo hasta el parto. Normalmente, la placenta se encuentra en el área del cuerpo o en la parte inferior del útero, a lo largo de la pared posterior, con la transición hacia el lateral, ya que en estas áreas el flujo sanguíneo es mejor. Con un poco menos de frecuencia, la placenta puede estar ubicada en la pared frontal, ya que está más sujeta a cambios que la posterior.

La placenta previa es una patología que se caracteriza por la fijación anormal de la placenta a las paredes en las partes inferiores del útero, mientras se superpone al área de la faringe interna.

Tipos de placenta previa

La presentación incompleta de la placenta a su vez se divide en:

Placenta previa: causas

Los cambios distroficos en la membrana mucosa del útero pueden convertirse en la razón principal de la ocurrencia de placenta previa durante el embarazo. Esto es posible como resultado de abortos previos, infecciones sexuales, inflamaciones o debido a enfermedades sépticas posparto. Las causas de esta patología también pueden ser enfermedades cardíacas, renales o hepáticas. Cabe señalar que la mayoría de las veces la placenta previa ocurre en mujeres que dan a luz no la primera vez.

Placenta previa - síntomas

Esta patología, como no es extraño, puede ser asintomática. Sin embargo, el principal síntoma en presencia de placenta previa es el sangrado. Esto se puede explicar por el hecho de que el tejido placentario no es elástico, por lo que puede exfoliarse cuando el útero se estira, lo que produce un sangrado. Como regla general, este síntoma se produce sin dolor y puede detenerse de repente, pero después de un tiempo, surgir de nuevo.

Otro síntoma de la placenta previa puede ser la hipoxia fetal. El grado de hipoxia depende del tamaño del desprendimiento de la placenta, como resultado de lo cual la parte exfoliada deja de participar en el sistema de circulación útero-placentaria. Determine con precisión la placenta previa o su baja inserción es posible durante un examen de ultrasonido.

Placenta previa - tratamiento

Si hay una placenta presente, la mujer embarazada debe estar bajo supervisión médica constante. El tratamiento depende de la disponibilidad, duración y fuerza de la descarga con sangre. En caso de hemorragia durante el embarazo más allá de las 24 semanas, el tratamiento se lleva a cabo en un hospital donde se recomienda reposo en cama, además, se prescriben preparados para reducir el tono del útero y mejorar la circulación sanguínea. En los casos en que no se observa secreción sanguinolenta, una mujer puede estar en casa. Pero, desde luego, debes evitar el esfuerzo emocional y físico, y también excluir el contacto sexual. Es necesario pasar más tiempo al aire libre, descansar y comer bien.

Nacimientos con placenta previa

El parto espontáneo no es posible con placenta previa completa. La cirugía de cesárea se realiza rutinariamente en un período de 38 semanas, incluso en ausencia de secreción sanguinolenta.

Es posible completar el parto de forma natural mediante la presentación parcial de la placenta, pero la decisión final sobre el parto será tomada por el médico cuando el cuello uterino se abre hasta 5-6 cm. Si la presentación parcial es pequeña y la localización es insignificante, se realiza una apertura de la vejiga fetal. Como resultado, la cabeza del bebé desciende y aprieta los vasos sanguíneos que sangran. En este caso, es posible el parto espontáneo, pero si las manipulaciones realizadas son ineficaces, el trabajo de parto se completa rápidamente.