Remoción del riñón

La eliminación de los riñones es una operación que se realiza para diversas enfermedades de este órgano, cuando su función o integridad no puede ser restaurada por otros métodos. Estas son condiciones tales como heridas graves cerradas, heridas de bala, urolitiasis acompañadas de lesiones purulentas o hinchazón.

Procedimiento para la operación de eliminación de riñones

La operación para extraer el riñón se realiza solo después de que el paciente pasa los análisis de sangre:

Antes de una intervención quirúrgica, el paciente siempre es examinado por un anestesiólogo.

El acceso al riñón en la mayoría de los casos se realiza mediante corte (inclinación) en la región lumbar. Después de que se extrae el órgano, el cirujano examina la cama y, si es necesario, detiene el sangrado de vesículas muy pequeñas. Luego se instala un tubo de drenaje especial, se cose la herida y se aplica un vendaje estéril sobre ella.

Esta operación es técnicamente pesada. Durante su realización, pueden surgir complicaciones graves. El páncreas, el peritoneo y la integridad de la cavidad abdominal pueden dañarse, ya que el riñón está directamente detrás de él.

El curso del período postoperatorio

Para la rehabilitación después de que la extirpación del riñón fue exitosa, en el período postoperatorio el paciente recibe varios analgésicos y antibióticos. El tubo de drenaje se retira después de unos días. Una vez al día, se cambia un apósito estéril y las costuras se quitan después de aproximadamente 10 días. Unos meses más tarde, el paciente puede regresar a la vida normal.

Las consecuencias de la extirpación de los riñones pueden ser muy serias. En el postoperatorio, el 2% de los pacientes son:

Después de extirpar el riñón en el cáncer, se produce regresión y las metástasis afectan los órganos ubicados uno al lado del otro.