Respiración difícil en un niño

Al preocuparse por la salud de sus hijos, muchos padres prestan atención a cualquier signo visible de un cambio en el funcionamiento de su cuerpo. La respiración difícil y los síntomas que la acompañan los padres se asocian automáticamente con la enfermedad respiratoria. A menudo, los expertos lo confirman, pero hay situaciones en las que la rigidez de la respiración es el resultado de la imperfección de los pulmones y no requiere tratamiento. Sobre lo que significa respirar con dificultad y cuándo debes tratarlo, te diremos en este artículo.

Señales de dificultad para respirar en un niño

El síntoma principal de la respiración difícil es el aumento del ruido en los pulmones, audible al exhalar. Además, un niño puede tener una leve ronquera en su voz.

Respiración difícil, como resultado de imperfecciones en el sistema respiratorio

La causa de la dificultad para respirar en un niño, especialmente a una edad temprana, puede ser la debilidad de las fibras musculares de los pulmones y el subdesarrollo de los alvéolos. Esta condición puede persistir hasta los 10 años de edad, lo que depende del desarrollo físico del niño.

Respiración difícil como un signo de enfermedad

La respiración difícil en el niño, junto con otros síntomas, como la tos y la temperatura, son evidencia de un sistema respiratorio. Puede ser bronquitis, neumonía, etc. El diagnóstico está autorizado para poner solamente al experto y dirigirse a él o él a la aparición de los indicios indicados inmediatamente.

La respiración difícil como un fenómeno residual después de la enfermedad

La IRA pospuesta, como un efecto residual, puede causar que un niño tenga dificultad para respirar y toser. Esto se debe al resto de moco seco en los bronquios.

¿Qué hacer con la respiración difícil?

Al notar la respiración difícil en un niño a cualquier edad, necesita ver a un médico. Solo un experto ayudará a identificar la causa y prescribirá el tratamiento adecuado, si es necesario.

En caso de que se observe una respiración severa en el niño, como un fenómeno residual, no se requiere tratamiento con medicamentos. Necesita continuar bebiendo agua tibia para ablandar los restos acumulados de moco y pasar mucho tiempo al aire libre. Además, debe humidificar el aire en las instalaciones donde se encuentra el niño.

La dificultad para respirar y la tos severa en un niño, no acompañada de otros síntomas, son típicas de las reacciones alérgicas. Si sospecha que tiene alergias, debe averiguar su origen y excluir el contacto posterior del niño con este.