Ultrasonido de las articulaciones de la cadera de los recién nacidos

Actualmente, la ecografía de las articulaciones de la cadera de los recién nacidos se receta muy a menudo, ya que muchos bebés nacen con estas u otras patologías. La patología más común es la displasia, cuyos signos pueden ser notados por un pediatra o una madre considerada: con displasia de las articulaciones de la cadera, la diferencia en la longitud de las piernas del bebé y la ausencia de simetría en los pliegues femorales del glúteo son notables. El ultrasonido de la articulación de la cadera es reconocido como el método más informativo, preciso y no dañino, que permite diagnosticar la ausencia o presencia de displasia, preinvasiones y dislocaciones.

Ultrasonido de las articulaciones del recién nacido: las ventajas del diagnóstico

Hace veinte años, la patología de las articulaciones pélvicas se detectó exclusivamente con la ayuda de un aparato de rayos X, pero ahora los ortopedistas y los pediatras prefieren dirigir a los niños al ultrasonido. Las ventajas de este método son las siguientes:

  1. La ecografía de las articulaciones de la cadera permite la detección más temprana posible de anomalías congénitas en niños, es decir, antes de que aparezcan los puntos de osificación pélvica en la pelvis (requisito previo de los rayos X) y, por lo tanto, el tratamiento conservador puede iniciarse mucho antes, que es una ventaja indudable.
  2. El ultrasonido es un método absolutamente seguro que no causa ningún daño en forma de carga de radiación (en comparación con los rayos X), lo que permite utilizar este método repetidamente para controlar el progreso del tratamiento.
  3. El método de ultrasonido se considera muy confiable, ya que está desprovisto de subjetividad, si se observan todas las reglas del estudio.
  4. El método de diagnóstico por ultrasonido de las patologías de la articulación de la cadera requiere un tiempo mínimo y costos financieros.

¿Cómo se realizan las ecografías de las articulaciones de la cadera?

Si hay una sospecha de displasia, se debe realizar una ecografía antes de que el bebé tenga 8 meses de edad, porque en este momento comienza la osificación de la cabeza femoral. El núcleo de osificación arroja una sombra que interfiere con la visualización de la estructura ósea, lo que no permite construir los ángulos necesarios para el diagnóstico.

Al realizar un diagnóstico por ultrasonido de la pelvis, su imagen se muestra en un plano en el que se construyen varias esquinas y líneas. Con base en el análisis de la fotografía por ultrasonido y la medición de tales ángulos, se realiza un diagnóstico. Es importante saber que tales violaciones se clasifican en grados, desde la norma hasta la dislocación completa.

Para un diagnóstico preciso, es importante corregir al bebé. Sus articulaciones de la cadera durante el estudio deben ser inamovibles. Cuando se prepara para el diagnóstico por ultrasonido, es necesario limitar la actividad motora del bebé. Durante el estudio, debe estar tranquilo, nutrido. El procedimiento se lleva a cabo mejor 30-40 minutos después de la alimentación, por lo que no hay regurgitación durante el estudio. También es importante llevar a cabo un estudio en un momento en que el bebé está sano y no se molesta con nada (es decir, no debe tener cólicos intestinales , alergias, malestar asociado con la dentición).

Al llevar a cabo el análisis descrito, pueden ocurrir errores de diagnóstico. Esto ocurre cuando el plano de escaneo no se selecciona correctamente y las dimensiones de las esquinas están distorsionadas. Sin embargo, uno no debe temer a tales errores, ya que siempre conducen al llamado sobrediagnóstico, es decir, a un diagnóstico falso de displasia, cuando no está realmente allí. Se cree que es imposible omitir la displasia existente durante este análisis.