Virginidad y desfloración

La defloración, o ruptura del himen, generalmente ocurre cuando la jovencita tiene relaciones sexuales con un hombre por primera vez. Por lo general, el himen o himen tiene en el centro un orificio que es mucho más pequeño que el pene masculino. En este sentido, cuando introduces un pene en la vagina femenina, el himen con mayor frecuencia se rompe al instante. Mientras tanto, para cada par este proceso es de carácter individual.

En este artículo, le diremos qué características pueden ocurrir durante la desfloración, y si es posible restaurar la virginidad después de la ruptura del himen.

¿Es necesario el dolor y la sangre para la desfloración?

La mayoría de las jóvenes notan que la primera relación sexual fue dolorosa para ellas. Además, durante la privación de la virginidad o la desfloración, con bastante frecuencia se asigna una cantidad considerable de sangre. Mientras tanto, hay casos en que no hay sangre y dolor durante la desfloración. Con lo que se puede conectar?

Parte de las niñas desde el nacimiento tienen un himen muy elástico, que no se puede romper durante el coito. En este caso, el himen se estira significativamente, y la mujer no experimenta dolor asociado con su ruptura. En consecuencia, la sangre en esta situación tampoco se observa.

Además, en casos raros, el himen del sexo justo simplemente está ausente. Tal anomalía puede ser congénita o adquirida, como resultado de un trauma en los genitales.

¿Es posible restablecer la virginidad después de una ruptura?

Usualmente, después de la desfloración, acompañada por la ruptura del himen, después de 5-7 días, los bordes del himen y sus papilas sanan, y en el futuro, el sexo no causa a la mujer sensaciones desagradables. Naturalmente, esa sangre durante los actos sexuales posteriores tampoco se asigna.

Para algunas mujeres, la pérdida de la virginidad se convierte en un problema real, porque en algunos casos una niña quiere causar una impresión positiva en su futura pareja sexual. Esta situación ahora se corrige muy fácilmente, con la ayuda de una cirugía plástica llamada himenoplastia.

Este procedimiento es la sutura del vestíbulo, después del cual durante el sexo necesariamente habrá un sangrado, imitando la pérdida de la inocencia.