¿Cómo darle un simplex a un recién nacido?

En los primeros meses de la vida del bebé, un gran número de madres jóvenes se enfrentan a problemas tales como el aumento de la producción de gas y el cólico intestinal. En esos momentos, desea aliviar el sufrimiento de su hijo de cualquier manera, ofreciéndole una medicina efectiva y segura.

Una de estas drogas son las gotas de Sab Simplex, que eliminan naturalmente el exceso de gases del cuerpo de un niño. Esta herramienta, como cualquier otra, tiene ciertas indicaciones y contraindicaciones, así como las reglas de admisión, que deben observarse estrictamente. En este artículo, le diremos cómo administrar el Simplex a un recién nacido para aliviar su afección y no dañar el cuerpo del niño.

¿Cómo llevar un Simplex a un recién nacido?

Para darle el remedio Sabe Simplex a un bebé recién nacido, primero es necesario agitar el vial y bajarlo con una pipeta. Luego, necesita medir el número requerido de gotas. La dosificación del SAB Simplex para recién nacidos es de 15 gotas, que se deben administrar a la miga durante o después de la alimentación. En el caso de un cólico severo, puede aumentarse y el intervalo de tiempo entre tomar la medicación, respectivamente, se reduce.

Mientras tanto, todos los padres jóvenes están interesados ​​en la frecuencia con la que se debe administrar el Simplex al recién nacido. Por lo general, este medicamento se toma 2 veces al día, durante el día y antes de acostarse. En cualquier caso, puede darle el Simplex al recién nacido solo tantas veces como se indique en las instrucciones, no más de 8 por día. Este producto se mezcla más convenientemente con agua o una mezcla de leche adaptada. Sin embargo, si el niño está en alimentación natural, lo mejor es darle al niño un remedio con una jeringa especial.

Finalmente, no es raro que los padres jóvenes se pregunten cuánto tiempo es posible administrarle el Simplex a un bebé recién nacido. La mayoría de los médicos están de acuerdo en que este medicamento no es adictivo, por lo que puede tomarse siempre que el niño esté preocupado por el aumento de la producción de gas.