Las uvas son una baya deliciosa y saludable . Sin embargo, en su infancia, su uso incontrolado puede ser peligroso para la salud. Veamos si es posible que los niños tengan uvas y cuándo es mejor darle al bebé estas bayas.
Uvas para niños, ¿a qué edad?
Poco a poco, introduciéndose en la dieta del señuelo infantil, muchos padres se preguntan si es posible, digamos, que un niño de un año dé uvas. No hay una respuesta definitiva a esta pregunta, pero los médicos recomiendan darles estas bayas a los bebés no antes de los 2 años. El hecho es que las uvas:
- carbohidratos ricos, y por lo tanto se refiere a alimentos "pesados";
- puede causar alergias en niños propensos a tales reacciones;
- mala influencia en el esmalte dental;
- activa los procesos de fermentación en el intestino;
- en combinación con algunas bebidas puede interrumpir la digestión.
Pero al mismo tiempo, las uvas tienen propiedades útiles: es una fuente excelente de potasio, vitaminas B, fibra y ácidos orgánicos. Las uvas afectan favorablemente la hematopoyesis y la función hepática, es útil para la inflamación del tracto respiratorio y las enfermedades del sistema cardiovascular.
Todo esto significa que las uvas pueden consumirse y ser necesarias, pero solo se adhieren a ciertas reglas. Formémoslos.
- No les dé uvas a los niños hasta un año.
- De año a tres años, las uvas son posibles, pero en pequeñas cantidades. Es mejor administrarlo en los intervalos entre comidas, por ejemplo, al mediodía.
- A los niños menores de 3 años les conviene comprar uvas sin semillas con bayas suaves y jugosas (tipo kish-mish), y no permiten comer pieles: el sistema digestivo del bebé inmaduro no soporta bien esa carga. Por la misma razón, excluye los huesos.
- Después de la uva, ni los niños ni los adultos deben consumir productos lácteos, bebidas carbonatadas, kvas.
- No alimente al bebé con bayas verdes, esto puede provocar frustración intestinal.
- Las uvas también tienen contraindicaciones médicas. No debe ser consumido por niños con enfermedades tales como diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica, colitis, enfermedades ulcerativas del tracto gastrointestinal.