Diarrea y vómitos en un niño: ¿qué tratar?

Antes de cada madre, la pregunta surgió varias veces: si llamar o no a un médico si el bebé estaba enfermo, porque puedes tratar de sobrellevarlo solo. Este enfoque es fundamentalmente erróneo, ya que tal iniciativa puede ser peligrosa para la vida del niño. Esto se relaciona especialmente con la diarrea y los vómitos en el niño: los padres no saben realmente qué tratar con dicha afección y se utilizan todos los medios improvisados. Como resultado, viene una deshidratación rápida, y sin un gotero no puede hacer.

¿Qué debo hacer si el niño tiene diarrea y vómitos?

Lo más importante es no permitir la pérdida de líquido, lo que, desafortunadamente, ocurre muy rápidamente, porque el cuerpo con deposiciones frecuentes y masas de vómito pierde mucha agua. A pesar de las protestas del niño, porque los niños a menudo no quieren beber en caso de enfermedad, sino que agravan la situación, la hidratación (sedimentación) debe comenzar el primer día de la enfermedad.

En casos leves de incomodidad para un niño de cualquier edad, además del régimen de bebida, será suficiente introducir adsorbentes como carbón activado, Enterosgel o Smecta. Funcionará si el niño está alegre y activo. Pero eso es lo que le debe dar al niño en caso de vómitos y diarrea; si tiene fiebre, el médico debe recetar solo al médico que evaluará la gravedad de la afección e incluso puede insistir en la hospitalización, que no debe abandonarse.

Terapia de drogas

Si un niño de cualquier edad tiene náuseas, vómitos y diarrea, entonces lo más probable es que el tratamiento sin antibióticos no sirva, especialmente si la temperatura está conectada. Puede ser tanto una preparación moderna de un amplio espectro de acción, y dirigida estrechamente.

Además de la droga, luchando con el agente causante de la enfermedad, al niño se le prescribe Ftalazol, Nifuroxazide, cápsulas de bifidobacteria. El tratamiento complejo conduce rápidamente a un resultado positivo, si se inicia a tiempo.

Si la enfermedad comenzó con diarrea, la tarea de los padres no es proporcionar fondos fijos, sino ayudar al cuerpo a deshacerse de las toxinas. Esto se puede hacer con un enema con manzanilla y agua hervida fría. En la temporada de calor es necesario controlar cuidadosamente la limpieza de las manos y la frescura de los productos que consumen los niños, especialmente los de corta edad.