Educación espiritual y moral

Las perturbaciones económicas y políticas de las últimas décadas no podían sino afectar el sistema de valores espirituales y morales. Fueron reinterpretados conceptos tales como el bien y el mal, la honestidad y la decencia, un sentido de patriotismo y creencias religiosas. Y lo que es más interesante, muchos incluso cuestionaron la conveniencia de vacunar a un niño con tales cualidades "dudosas". Sin embargo, el tiempo ha demostrado y demostrado que sin una educación espiritual y moral, la sociedad no puede desarrollarse ni económica ni culturalmente.

Por lo tanto, como antes, el tema de la educación espiritual y moral de la generación más joven está en la agenda, tanto entre los padres como entre los maestros.

El concepto de educación espiritual y moral

Es necesario enseñar y educar a un niño desde la primera infancia, cuando se forma su carácter, su actitud hacia los padres y compañeros, cuando se da cuenta de sí mismo y su papel en la sociedad. Es durante este período en el proceso de educación que se establecen los fundamentos de los valores espirituales y morales, sobre los cuales el niño crecerá como una personalidad completa y madura.

La tarea de la generación anterior es inculcar y desarrollar en las mentes de los jóvenes:

Métodos y características de la educación espiritual y moral de los estudiantes

Un rol importante en la educación espiritual y moral de los adolescentes tiene una escuela. Aquí, los niños obtienen la primera experiencia de vida de comunicación con diferentes personas, enfrentan las primeras dificultades. Para muchos, la escuela es el primer amor y, tal vez, no correspondido . En esta etapa, la tarea de los docentes es ayudar a la generación más joven con dignidad a salir de la situación difícil, a darse cuenta del problema y encontrar la manera correcta de resolverlo. Llevar a cabo una conversación explicativa, demostrar por su propio ejemplo la buena naturaleza y capacidad de respuesta, mostrar qué es el honor y la responsabilidad: estos son los principales métodos de educación espiritual y moral de la juventud. Los maestros también deben prestar especial atención al desarrollo cultural de los adolescentes, presentarlos a los santuarios nacionales, infundir orgullo y amor por su poder.

Sin embargo, esto no significa que los padres estén completamente alejados de la responsabilidad de la educación espiritual y moral de sus hijos, porque se sabe que la educación familiar es la base que sienta las bases de la futura personalidad.