Por lo tanto, como antes, el tema de la educación espiritual y moral de la generación más joven está en la agenda, tanto entre los padres como entre los maestros.
El concepto de educación espiritual y moral
Es necesario enseñar y educar a un niño desde la primera infancia, cuando se forma su carácter, su actitud hacia los padres y compañeros, cuando se da cuenta de sí mismo y su papel en la sociedad. Es durante este período en el proceso de educación que se establecen los fundamentos de los valores espirituales y morales, sobre los cuales el niño crecerá como una personalidad completa y madura.
La tarea de la generación anterior es inculcar y desarrollar en las mentes de los jóvenes:
- valores personal-personales, como la vida humana, el honor, la dignidad;
- los valores familiares , como el respeto y el respeto por las tradiciones familiares, los padres;
- valores nacionales En este sentido, el concepto de educación espiritual y moral de los jóvenes abarca una gama más amplia de normas y conceptos de comportamiento generalmente aceptados: amor a la Patria y la cultura, un sentido de patriotismo y unidad con la sociedad, respeto y reverencia por los objetos sagrados nacionales, y mucho más.
Métodos y características de la educación espiritual y moral de los estudiantes
Un rol importante en la educación espiritual y moral de los adolescentes tiene una escuela. Aquí, los niños obtienen la primera experiencia de vida de comunicación con diferentes personas, enfrentan las primeras dificultades. Para muchos, la escuela es el primer amor y, tal vez, no correspondido . En esta etapa, la tarea de los docentes es ayudar a la generación más joven con dignidad a salir de la situación difícil, a darse cuenta del problema y encontrar la manera correcta de resolverlo. Llevar a cabo una conversación explicativa, demostrar por su propio ejemplo la buena naturaleza y
Sin embargo, esto no significa que los padres estén completamente alejados de la responsabilidad de la educación espiritual y moral de sus hijos, porque se sabe que la educación familiar es la base que sienta las bases de la futura personalidad.