Gatitos de la Sphynx canadiense

El canadiense Sphynx es una raza con reconocimiento mundial y al menos una historia pequeña, pero aún así. El primer representante de la raza es el gatito Prun, nacido en Canadá en 1966. Desde entonces, la cría de esfinges canadienses se ha vuelto popular, porque estos animales son muy domesticados, inteligentes y sin pretensiones.

Maduración sexual y apareamiento

La maduración sexual en las esfinges ocurre alrededor de un año. El primer calor en las esfinges canadienses ocurre de seis meses a un año. Los gatos comienzan a marcar el territorio cada año, se debe tener en cuenta que no todos están etiquetados, por lo que tienes la oportunidad de convertirte en un mendigo afortunado.

Antes de tejer un gato, debes obtener buenas calificaciones en la exhibición y obtener permiso. El gato es llevado al gato el segundo día del celo. Para el apareamiento del Sphynx canadiense, es muy probable que establezca una cantidad decente: de 6 a 18,000 rublos. Pero comunicarse con un gato "sin garantías" es peligroso, y si tu belleza no tiene permiso para aparearse, pocos de los dueños de gatos-esfinges te tratarán.

El embarazo y el parto en las esfinges canadienses no son problemáticos. Por lo general, nacen 3-4 gatitos, pero no más de 5. Los gatitos de la raza Sphynx canadiense nacen desnudos, con pliegues y orejas, similares a los dinosaurios cheburashko. Durante 3-4 días ya están abriendo los ojos, para la tercera semana sus orejas están aumentando. Los gatitos son muy activos, corren, juegan, se caen, se comportan como niños traviesos. Por cierto, las esfinges canadienses se llevan bien con otros animales.

Cómo nombrarlo?

Los nombres de Sphynx canadiense pueden ser graciosos o, a la inversa, muy serios e importantes. Es suficiente mirar al gatito, y puede convertirse en Barbara o Gabby, Eve, Fur-tree, Fuzzy, Achilles, Duches, Yosik, Lyapis, Eros.

Las esfinges canadienses son ideales para guardar en un apartamento de la ciudad, un gato de esta raza competirá con tus mejores amigos, porque ciertamente no son tan fieles y no saben escuchar con tanto cuidado. ¡Y qué esfinges son cálidas y afectuosas!