Las madres cuidan a su hijo amado con placer: lo bañan, lo alimentan y lo visten. Pero en el cuidado de su hijo para la madre a veces surgen preguntas debido a algunos matices. La observancia de la higiene personal de los niños en la infancia es garantía de su salud masculina en el futuro. Por lo tanto, es importante cuidar los órganos reproductivos de las migas desde el nacimiento.
Higiene de niños menores de un año
La mayoría de las madres piensan que es mucho más fácil cuidar los genitales de los niños que los órganos sexuales de las niñas. De hecho, esto no es así. La gran mayoría de los futuros hombres (alrededor del 96%) nacen con una carne extrema: el pliegue de la piel, que cubre completamente la cabeza del pene. Además, el prepucio en los bebés se estrecha, y es completamente imposible exponer la cabeza. Este es un fenómeno bastante normal: fimosis fisiológica. A la edad de seis meses, el 20% de los niños tendrá una apertura de cabeza, pero más a menudo lleva 3 años.
Dentro del pliegue cutáneo hay glándulas especiales que producen un lubricante. Si no se lava, entonces balanopostitis, o inflamación del pene del glande, cuando aparecen microbios patógenos debajo del prepucio. Por lo tanto, la higiene de los niños recién nacidos implica lavar la cabeza del pene con un estiramiento gradual y suave del prepucio. Se recomienda hacer esto durante el baño de la noche en la bañera o el lavabo, después de que el pliegue de la piel se ablanda. La mamá necesita tirar suavemente de la piel hacia abajo y enjuagar la cabeza. Debido a esto, el prepucio se volverá elástico y no se acumularán bacterias dañinas en él. Tales procedimientos se llevan a cabo constantemente, y eventualmente el niño tendrá que realizarlos por su cuenta.
Higiene de los órganos genitales de los niños: posibles problemas
Si le preocupa la obturación de la cabeza del pene, consulte a un cirujano pediatra. Lo más probable es que el médico recomiende no hacer nada
También para la higiene íntima de los niños, es importante usar la ropa adecuada. Debe ser de un trapo de algodón que "respira", que se adapta a la edad del niño, sin presionar ni dejar rayas rojas en el cuerpo. Los padres deben controlar el reemplazo diario del más cercano al cuerpo de la ropa.