Los primeros signos de un resfriado

Cuando llega el frío, muchas personas no logran evitar los resfriados. Sin embargo, si reconoce los primeros signos de un resfriado a tiempo, puede prevenir una inflamación grave y una mayor propagación de la infección.

A diferencia de la gripe, que comienza de inmediato con fiebre alta, el resfriado puede manifestarse inicialmente como una pequeña debilidad y la falta de salud local en la nasofaringe. A medida que se desarrolla la enfermedad catarral, aparecen posteriormente síntomas de laringitis, rinitis, traqueobronquitis y faringitis. Se puede desarrollar taquicardia refleja, pérdida de apetito, náuseas y vómitos. En consecuencia puede aparecer tos, escalofríos y dolores en las articulaciones.

Síntomas de un resfriado

Antes de decidir cómo tratar los primeros signos de un resfriado, es importante asegurarse de que los síntomas que aparecen sean realmente un resfrío y no una enfermedad más grave. Hay primeros síntomas básicos de un resfrío:

Si, después de encontrar estos signos de un resfriado en su cuerpo, tome de inmediato las medidas adecuadas, puede deshacerse rápidamente de la aparición de la inflamación y evitar muchas consecuencias desagradables del resfriado común. Si no le presta atención a los síntomas de un resfriado y trata de transferirlo sin cambios en el estilo de vida, es decir, el riesgo de complicaciones.

Las primeras acciones para resfríos

Sabiendo qué primeros síntomas de un resfriado, puede detener la propagación de la enfermedad y deshacerse por completo de la dolencia. Con los primeros síntomas de gripe y resfriados, puede tomar ácido ascórbico, una mezcla de limón, ajo y miel para mejorar la inmunidad del cuerpo. Hacer gárgaras con una decocción de hierba de San Juan o salvia también es bastante efectivo. En cuanto al resfriado común, un método excelente es el riego de la cavidad nasal con solución salina.

La inhalación es efectiva. Ayudan a eliminar la inflamación del tracto respiratorio tan pronto como sea posible, para eliminar el dolor en la garganta y la congestión nasal. Las inhalaciones pueden basarse en aceites esenciales (agujas), patatas hervidas o hierbas (caléndula, eucalipto, corteza de roble, manzanilla). Lo mejor es gastarlos antes de acostarse.