Melón durante el embarazo en una fecha posterior

Cuando llega el momento de dar a luz al bebé, el cuerpo, cansado después de muchos meses, no siempre puede lidiar adecuadamente con productos bastante pesados. En particular, se trata de los regalos del verano, que pueden ser bastante pesados ​​para los órganos digestivos. Mucha controversia causa melón durante el embarazo en el 3er trimestre. Vamos a sopesar los pros y los contras de su uso por la futura madre.

¿Puedo comer un melón durante el embarazo?

El uso de melón para el cuerpo es obvio, porque en su composición contiene sustancias útiles tales como calcio, hierro, silicio, fósforo, sodio y vitaminas A, B, C, PP, E. Una pequeña cantidad de melón también elimina el exceso de líquido del cuerpo, ayudando deshacerse del edema, y ​​también estimula el tracto digestivo, aliviando el estreñimiento.

Pero debe saber que el melón durante las 38 semanas de embarazo y más tarde, o más bien su exceso, puede, por el contrario, causar hinchazón excesiva y diarrea, y en consecuencia un tono que es indeseable para el bebé.

Algunas mujeres embarazadas generalmente pasan por alto el mostrador con esta fragante fruta. La razón principal de tales temores es la amenaza de intoxicación alimentaria. Esta teoría tiene sentido si usted compra un melón en la temporada baja o en el invierno, porque en este caso se transporta desde lejos, y contiene una gran cantidad de productos químicos perjudiciales para la mujer embarazada.

Pero si el melón se vende en agosto-septiembre, el riesgo será envenenado por que es mínimo, ya que madura naturalmente en el calor del sol. Pero es deseable no comer tal producto con el estómago vacío, y tampoco combinarlo con el almuerzo o la cena. Después de la última comida, ir durante al menos dos horas, para que el estómago tenga tiempo de descargar un poco.

Si usa el melón durante el embarazo en una fecha posterior (después de las 26 semanas), debe hacerlo lo más moderadamente posible, y un día puede consumirse no más de 300 gramos, porque es bastante pesado para el estómago y el hígado. Después de 37-38 semanas, no es recomendable agregar un melón a la dieta de la mujer embarazada.

El uso de esta fruta dulce dentro de límites razonables solo traerá placer a la mujer embarazada en cualquier momento, pero no en las últimas semanas, cuando el cuerpo se está preparando para el parto, y la comida debe ser lo más liviana posible.