El tratamiento inadecuado o inadecuado de las enfermedades orales, o su ausencia completa, puede conducir al desarrollo de una patología como la pulpitis fibrosa crónica. La enfermedad no presenta síntomas muy pronunciados: sensación de pesadez e incomodidad en el área del diente dañado, ataques raros de dolor a corto plazo en contacto con sustancias frías o calientes, masticación de alimentos sólidos. Debido a esto, los pacientes recurren al dentista solo durante los períodos de recaída o en las etapas avanzadas de la patología.
Síntomas de la exacerbación de la pulpitis fibrosa crónica
Cuando la enfermedad en cuestión está progresando y se establece su recurrencia, se observan los siguientes síntomas:
- dolor constante y dolorido, agravado por efectos irritantes;
- olor desagradable de la boca (halitosis);
- aumento de caries cariosas en el diente;
- desarrollo de periodontitis ;
- sensaciones dolorosas incluso en contacto con aire frío;
- mayor incomodidad por la noche y por la noche.
Diagnóstico diferencial de la pulpitis fibrosa crónica
Los síntomas anteriores pueden parecerse a otras enfermedades de la cavidad oral, por lo que para confirmar el diagnóstico, el dentista realiza no solo un examen especial, sino también los siguientes estudios:
- sondeo de la cavidad dental;
- prueba térmica;
- percusión;
- electrodontiagnosis;
- Radiografía del diente
Tratamiento de la pulpitis fibrosa crónica
La terapia de esta patología se lleva a cabo exclusivamente quirúrgicamente, lo que implica la eliminación de la pulpa (amputación o extirpación).
La intervención quirúrgica se puede realizar por métodos vitales y vitales. Se le da preferencia a este último debido a su menor traumatismo. Además, la versión vital del tratamiento quirúrgico le permite restaurar la parte de la corona del diente en solo 2 visitas al dentista.