Teratoma del cuello fetal

El teratoma del cuello fetal es el tumor quístico benigno más común, quístico, sólido o sólido. Consiste en tejidos, cuya estructura es sorprendentemente diferente de aquellos que están alrededor del tumor. Tales neoplasmas, cuya ubicación es el triángulo anterior y posterior del cuello, se denominan comúnmente teratomas cervicales del cuello.

Causas de un tumor de esta especie

En vista del hecho de que los estudios del teratoma fetal, así como los factores que lo provocan, están ausentes, lo que se vio afectado por la rareza de la aparición de niños con este diagnóstico, no hubo razones precisas para la aparición del tumor. Las muestras disponibles muestran que el desarrollo de formaciones anormales puede ser causado por el desplazamiento de los tejidos tiroideos del niño y su fusión con la cápsula del teratoma. En cualquier caso, el tumor se forma en la etapa inicial de la división celular fetal, y las partículas de cualquier órgano o sistema del niño pueden entrar en él.

El diagnóstico del teratoma fetal

La identificación de esta educación es posible con la ayuda de un aparato estándar de ultrasonido. A menudo, el diagnóstico se realiza por casualidad, en la próxima visita programada al médico. Como regla general, el terato se puede detectar a partir de las 19-20 semanas de gestación, después de lo cual el tumor comienza a crecer intensamente. Sus dimensiones pueden alcanzar más de 12 centímetros de diámetro, lo que facilita una detección rápida.

Embarazo y teratoma: ¿cuáles son las predicciones?

Para establecer las tácticas correctas de comportamiento, es necesario decidir si las estructuras u órganos vitales están involucrados en el terat. Existe información de que la educación puede conducir igualmente al nacimiento de un niño muerto y al tratamiento seguro de un bebé después del parto. Sin embargo, si el tumor todavía toca los órganos importantes para la existencia normal, entonces es solo un resultado letal para el feto. La tasa de mortalidad entre los niños enviados después del parto para la operación es de aproximadamente 37-50%, mientras que la cantidad de bebés muertos pero no operados alcanza el 80-100%. Las razones que explican estos monstruosos indicadores son la conexión del tumor y su ubicación cercana con vasos y órganos vitales, así como la obstrucción de las vías respiratorias superiores.

Tratamiento de teratoma

Un resultado favorable de la resolución de la carga de un bebé con tal diagnóstico significa que tendrá que sobrevivir a la inevitable intervención quirúrgica, cuya ausencia conducirá a una muerte inminente. El alcance de la operación futura y su complejidad dependen directamente del tamaño del tumor, el estado de la salud del niño, la ubicación exacta del teratoma y la presencia de más complicaciones. Durante la intervención, se requiere repetidamente succión quirúrgica para bombear el líquido que se ha acumulado dentro del tumor.

El teratoma sacrococcígeo del feto

El tumor de esta especie se encuentra con mayor frecuencia en niñas. Es una colección de quistes y neoplasmas llenos de líquido seroso o sustancia mucoide. Como regla, esta patología se encuentra del 6 al 9 mes de gestación. El teratoma en la región sacrococcígea necesita grandes cantidades de sangre, lo que conduce a insuficiencia cardíaca.

Los fenómenos concomitantes pueden ser: deformación de órganos internos, enfermedades renales, edema fetal , abundancia de líquido amniótico y nacimiento antes del término.

Es bastante posible realizar una punción prenatal de un teratoma de este tipo, si su estructura es predominantemente quística. En este caso, bajo la supervisión de un aparato de ultrasonido, se perfora el tumor y se succiona el líquido. En el futuro, es necesario esperar la maduración de los pulmones e insistir en las entregas del tiempo previamente establecido.