Un hueso atorado en mi garganta

La carne y el pescado son fuentes útiles y sabrosas de proteínas y otros productos químicos importantes para el funcionamiento normal del cuerpo humano. Pero su uso está asociado con algún peligro. Si el hueso está atrapado en la garganta, puede causar daños irreparables, tanto en la laringe como en los órganos digestivos. En algunas situaciones, el problema incluso se equipara con casos críticos que requieren atención médica de emergencia.

¿Qué pasa si el pez grande o el hueso de la carne está atrapado en la garganta?

Dichos objetos extraños son comparables en términos de peligro de cuchillas ingeridas o pedazos de vidrio. Grandes huesos rígidos con bordes filosos pueden cortar instantáneamente las paredes del esófago y provocar una hemorragia severa.

Si los huesos grandes (pescado, pollo, conejo, pato, etc.) ingresan en la garganta, es importante acudir inmediatamente a la cirugía o llamar a un equipo médico de emergencia. Ninguna manipulación independiente se puede hacer categóricamente, solo puede agravar la situación y aumentar la amenaza a la vida de la víctima. La probabilidad de complicaciones en tales situaciones es muy alta, y la procrastinación es demasiado costosa.

¿Qué pasa si el pequeño hueso de pescado está atrapado en la garganta?

Afortunadamente, con mayor frecuencia en los tejidos blandos de la laringe se retienen huesos de pescado pequeños y flexibles. Esta es la queja más común acerca de tomar un otorrinolaringólogo y un cirujano.

Si un hueso blando que se dobla desde el pez se queda atrapado en la garganta, no hay motivos especiales de preocupación, aunque en esta situación es conveniente consultar a un especialista lo antes posible. El médico examina cuidadosa y escrupulosamente la laringe, si se encuentra un cuerpo extraño, cuidadosamente lo extrae con pinzas médicas y trata la herida microscópica con un antiséptico .

A veces, al examinar la garganta, el médico no detecta un hueso, pero el paciente percibe los síntomas de su presencia. Esto se debe a que el daño causado por un objeto extraño imita por completo su presencia. Una vez que la herida se cura, desaparecerán todos los síntomas desagradables.

En casos muy raros, no más del 7% de todas las llamadas al otorrinolaringólogo, el hueso de pescado no se pega en la laringe, sino en el esófago. El examen endoscópico se prescribe para su detección y extracción.

Incluso si el objeto extraño descrito está atascado tan profundo que un experto no lo ha visto, la probabilidad de complicaciones es mínima. En el lugar de la presencia de la piedra, la inflamación se forma y comienza a pudrirse. Con el tiempo, una cápsula con contenido patológico se abrirá sola o con la ayuda de un cirujano, y la herida se prolongará permanentemente.