A la escuela de 6 o 7 años?

Enviar a un niño a la escuela desde la edad de 6 años o desde los 7 años es una pregunta que todos los padres deben responder a su debido tiempo. A veces es posible tomar la decisión correcta y, a veces, lleva muchos años lamentar el error cometido. El hecho es que esta pregunta no tiene una respuesta universal que sea adecuada para todos, la decisión depende de la familia específica y del niño en particular.

Estudiante de primer grado: determinar la preparación

La mayoría de los padres cree que el factor determinante para la admisión del niño a la escuela es su base de conocimientos. Él conoce las letras y cuenta hasta diez: es el momento de dar a la primera clase. Pero este es un punto de referencia erróneo, porque la preparación emocional y psicológica es la primera prioridad. Debemos entender que el niño tiene que soportar cargas pesadas, ¿está listo para estas pruebas física y moralmente? Si el niño es doloroso, es mejor para él pasar otro año en casa, para volverse más fuerte, de lo contrario la ausencia permanente por enfermedad lo retrasará en la clase y causará la inferioridad del niño. Es importante que el niño tenga experiencia de comunicación en el equipo. Si no asistió a la guardería, al menos un año antes de la escuela es necesario llevarlo a los círculos, desarrollar centros, enviarlos al grupo preparatorio, etc.

Seis años de edad

Si hablamos sobre las características principales de los niños de primer año de seis años, podemos distinguir lo siguiente:

  1. A la edad de 6 años, el niño aún no tiene la asiduidad necesaria para estudios completos. Dedicar 45 minutos a una clase para niños de esta edad es casi imposible.
  2. A los 6 años de edad, todavía es difícil para un niño darse cuenta de sí mismo como parte de un colectivo, para ellos solo hay un "yo", no "nosotros", por lo que el maestro tiene que repetir reiteradamente las apelaciones dirigidas a todos los niños a la vez.
  3. El niño de seis años puede acoger con entusiasmo el próximo viaje a la escuela, porque para él esta es otra aventura. En este sentido, es importante que los padres entiendan que, en palabras, el deseo del niño de ir a la escuela no significa en absoluto su comprensión de lo que está por venir.
  4. La peculiaridad de los estudiantes de primer grado es que captan rápidamente material nuevo, pero también lo olvidan rápidamente. Esta es una característica específica de la edad de la memoria que hace que el aprendizaje no sea muy productivo. Sin embargo, las repeticiones regulares ponen todo en su lugar.
  5. Una ventaja incondicional de ingresar a la escuela en 6 años: la oportunidad de terminarla antes.

Características de siete años

Los psicólogos y maestros aconsejan darles a los niños una institución educativa general no antes de los 7 años. Aún así, el estudio es un proceso serio y cuanto más consciente esté el niño al comienzo del proceso, más resultados conseguirá. Sin embargo, a esta edad es posible notar los pros y los contras:

  1. Siete años es más fácil de entender el orden de estudio y acostumbrarse a él. A fines de septiembre, comprenderá el sistema de lecciones, cambios, tareas y sin dolor que existen en él.
  2. El niño a la edad de 7 años tiene habilidades motoras finas bien desarrolladas , lo que indica un mejor desarrollo mental, y las tareas en las palabras se realizarán mucho más fácilmente.
  3. A los 7 años de edad, el niño ya entiende lo que es la responsabilidad, se acercó a ella gradualmente, mientras que para un niño de seis años esta responsabilidad repentinamente se cae en un punto y causa estrés.
  4. La tendencia a darles a los niños antes en la escuela puede afectar negativamente al alumno de primer grado de siete años, que pronto tendrá 8 años. Sobre el fondo general, parecerá un overgrown que complicará la adaptación.
  5. Puede suceder que un niño de siete años ya sepa leer y escribir bien, lo que significa que, entre otros estudiantes de primer grado, se aburrirá de aprender. Tal niño puede convertirse en un avaro o perder interés en la escuela.

Naturalmente, estas son características muy generales, por lo que antes de decidir sopesar los pros y los contras, consulte a un psicólogo y un médico.