Alcachofa de Jerusalén - propiedades medicinales

La flor, muy similar al girasol, fue traída desde el lejano Brasil a Europa con los esclavos en el siglo XVII. Eran indios de la tribu Topinambus. Le dieron el nombre a la planta - "alcachofa de Jerusalén". Pero el secreto de las propiedades mágicas de tal regalo no estaba en absoluto en su hermosa flor.

Alcachofa de Jerusalén terrestre: propiedades útiles

Después de mucha investigación, los científicos han demostrado que los tubérculos de peras de tierra, por lo que esta planta fue bautizada aquí, es un producto útil y nutritivo. Sus cualidades y sabor se pueden comparar con las papas. Pero la diferencia sigue siendo: el sabor de la alcachofa de Jerusalén es más dulce, y la vida útil de sus raíces es mucho menor (hasta 7 días en el refrigerador). Además, la pera de barro contiene sustancias que pueden curar muchas enfermedades:

  1. La inulina , que reduce los niveles de azúcar en la sangre, ayuda a tratar la diabetes.
  2. La vitamina C es un antioxidante natural y esencial para mantener el sistema inmunológico.
  3. Minerales (magnesio, potasio y hierro), mejorando la calidad de la sangre.
  4. Fibra , que afecta los procesos de digestión de los alimentos.

La alcachofa de Jerusalén, cuyas propiedades medicinales no son disputadas ni por los escépticos ni por los partidarios de la medicina tradicional, también es efectiva en:

Contraindicaciones para el uso de la alcachofa de Jerusalén

Durante dos siglos, estudiando la alcachofa de Jerusalén, propiedades útiles y contraindicaciones para su uso, los expertos llegaron a la conclusión de que su uso moderado no tiene efectos nocivos. Pero a pesar de sus excelentes cualidades, la pera de la tierra todavía tiene algunas contraindicaciones. ¿Quién no se recomienda comer alcachofa de Jerusalén?

El consumo excesivo de alcachofa de Jerusalén puede causar flatulencia.

Tratamiento con alcachofa de Jerusalén

¿Cómo cocinar y comer una pera de barro no solo para comerla deliciosamente, sino también para curar algunas enfermedades? Aquí hay algunas recetas útiles:

  1. La alcachofa de Jerusalén con diabetes se usa como decocción. Prepárelo muy simple: 3 tubérculos de alcachofa de Jerusalén cocinan 15 minutos. en 1 litro de agua Para beber una decocción así, necesitas 1 vaso por día. Con el uso regular de la decocción de la alcachofa de Jerusalén, la presión y el nivel de azúcar se reducen marcadamente. Para la prevención de la diabetes en base a la alcachofa de Jerusalén, el kvas está preparado. Para hacer esto, pedazos de pera molidos se vierten en agua fría, agregue levadura y una rebanada pequeña de pan de centeno. Después de 4 días, el kvas estará listo. Debe beberlo todos los días, incluso para aquellos que tienen hipovitaminosis.
  2. La alcachofa de Jerusalén con pancreatitis se usa como jugo terapéutico. Fresco de la alcachofa de Jerusalén es necesario beber todos los días en 100 ml en dos semanas. Tal herramienta ayuda no solo con la pancreatitis, sino también con muchas otras enfermedades del sistema digestivo.
  3. Con una disminución de la inmunidad, es bueno tener 50 g de tubérculos de pera de barro junto con la piel diariamente durante 2-3 veces al día. Para mejorar las defensas del cuerpo, los baños de la decocción de las hojas de alcachofa de Jerusalén también son muy útiles. El curso de tales procedimientos es de 8-10 días.

Alcachofa de Jerusalén en cosmetología

Las raíces de la alcachofa de Jerusalén se usan para hacer té, decocciones y máscaras que pueden mejorar el color de la piel, suavizar las arrugas finas en la cara, enriquecer los tejidos de la piel con minerales y vitaminas útiles. Una simple máscara de alcachofa de Jerusalén para el rostro devolverá a la piel una segunda juventud:

  1. Es necesario limpiar 1-2 tubérculos de peras de tierra.
  2. Rallar las verduras de raíz en un rallador fino.
  3. Aplicar en la cara con una capa gruesa durante 10-15 minutos.

La aplicación de la alcachofa de Jerusalén como máscara junto con una decocción o té es una de las mejores maneras de lucir siempre bella y sentirse saludable y llena de energía.