¿Cómo enseñarle a un niño a hacer gárgaras?

Todos los hombres y mujeres adultos, sin excepción, saben hacer gárgaras. Mientras tanto, los niños pequeños para desarrollar esta habilidad pueden requerir mucho tiempo y ayuda de los padres. En este artículo, le diremos cómo enseñarle a un niño a hacer gárgaras en el tiempo mínimo ya qué edad es mejor hacerlo.

¿Cuándo puedo enseñarle a mi hijo a hacer gárgaras?

La edad óptima para enseñarle al niño a enjuagarse la garganta es de 3 a 4 años. Es a esta edad que el niño ya entiende lo que sus padres quieren de él, y es capaz de realizar acciones simples que requieren de él. Sin embargo, los niños de tres o cuatro años se cansan de los estudios largos, por lo que con todas las habilidades necesarias deben ser presentados de una manera lúdica.

¿Cómo puedo enseñar rápidamente a mi hijo a hacer gárgaras?

Enseñarle a un niño a la edad de 3-4 años, hacer gárgaras lo ayudará con ejercicios tales como:

  1. Enjuagar la cavidad oral. Para ello, prepare cualquier líquido a temperatura ambiente y, para su ejemplo, muéstrele a su hijo cómo levantarlo con la boca del vaso, "destile" de la mejilla a la mejilla y luego escúpelo en un recipiente o en cualquier otro recipiente. Si usa agua ordinaria, primero debe hervirla, ya que el niño tragará una gran cantidad de líquido. Además, puede usar agua purificada para alimentos para bebés o un caldo frío de hierbas medicinales, como la manzanilla, la caléndula o la salvia. En caso de que el niño ya sepa cómo enjuagarse la boca, vaya inmediatamente a la segunda etapa.
  2. Lavado de la boca En la segunda etapa, presente al bebé el procedimiento para irrigar las amígdalas y la garganta. Para hacer esto, doble la bañera o el fregadero y dirija un chorro de agua tibia o solución salina del enema o jeringa primero a la superficie interna de la mejilla y luego a las amígdalas. En algunos casos, este procedimiento causa un pequeño reflejo nauseoso en niños pequeños, bajo tales circunstancias debe ser abandonado.
  3. Directamente enjuague la garganta. Póngase un enjuague bucal en la boca, incline suavemente la cabeza hacia atrás y "golpee", manteniendo el sonido de "ah-ah-ah". Al niño definitivamente le gustará esta actividad divertida, y seguramente querrá repetirla.