Conciencia moral

El problema de la moralidad ha preocupado a la humanidad en todo momento, muchos tratados filosóficos se han dedicado a este tema. Pero todavía no hay una opinión definitiva sobre los límites del comportamiento moral y sobre lo que influye en el desarrollo de la conciencia moral. La complejidad aquí está en una serie de factores, el principal es la subjetividad de evaluar el comportamiento de uno. Por ejemplo, Nietzsche argumentó que la conciencia (uno de los valores morales) solo es necesaria para las personas indefensas, las personalidades fuertes no la necesitan en absoluto. Entonces, ¿quizás no deberías pensar en la moralidad de las acciones y simplemente disfrutar de la vida? Tratemos de resolver esto.

Características de la conciencia moral

En matemáticas, todo está sujeto a leyes estrictas, pero tan pronto como se trata de la conciencia humana, toda la esperanza de singularidad se evapora instantáneamente. Una de las características principales de la conciencia moral ya se ha mencionado anteriormente: esto es subjetividad. Entonces, para una cultura, algunas cosas son normales, mientras que para otra son completamente inaceptables, además, pueden ocurrir desacuerdos similares entre los portadores de algunos valores culturales. Vale la pena recordar solamente la cuestión de la moratoria de la pena de muerte, que provocó debates tan acalorados entre representantes de una nacionalidad. Es decir, cada persona puede ofrecer su opinión sobre la moralidad de este o aquel acto. Entonces, ¿de qué depende esta diferencia de puntos de vista? En este sentido, se expresaron muchas opiniones, desde la teoría de la predisposición genética a cualquier tipo de comportamiento hasta la total responsabilidad del entorno.

Hasta la fecha, una versión mixta de estas dos versiones es generalmente aceptada. De hecho, la genética no puede descartarse por completo, tal vez algunas personas ya nacieron con una predisposición a la conducta antisocial. Por otro lado, la formación de la conciencia moral está muy influenciada por el entorno, es obvio que los valores de la persona que creció en una familia financieramente segura serán diferentes de los de aquellos que crecieron en necesidad constante. Además, el desarrollo de la conciencia moral y la capacidad para el comportamiento moral dependerá de la escuela, amigos y otros entornos. A medida que la maduración y la formación de la personalidad, la influencia de los extraños disminuye, pero en la infancia y la adolescencia es muy fuerte. Este punto en muchos aspectos explica la existencia de tantos estereotipos, establecidos por nuestros educadores. La persona adulta para cambiar los puntos de vista sobre la vida requiere un trabajo serio en sí mismos, que no todos pueden hacer.

Todo lo anterior hace que sea muy difícil evaluar la moralidad de tal o cual acto, ya que para su objetividad es necesario tener una conciencia moral desarrollada no limitada por el prejuicio. Lo que no es tan común se debe a la pereza y la falta de voluntad para mejorar la mente.