El poder del pensamiento o el magnetismo de la personalidad

El popular libro de William Atkinson, The Power of Thought, o el Magnetismo de la Personalidad, les ofrece a todos conocer 15 lecciones que permiten influenciar a otras personas. No es de extrañar que este libro haya tenido éxito rápidamente: casi todas las personas sueñan con poseer el don de la persuasión y poder buscar otras personas. Sin embargo, el gran poder del pensamiento puede ser utilizado no solo por las instrucciones de Atkinson.

Magnetismo humano natural

Algunas personas por naturaleza poseen el magnetismo de una persona : una habilidad especial sin esfuerzo para atraer la atención de los demás, para parecerles un hombre autoritario, misterioso y tentador, para ser un secreto al que uno quiere tocar. La personalidad magnética, por regla general, no sabe de dónde proviene este poder sobre las mentes de las personas, pero rápidamente aprende a usarlo con ganancias.

Reconocer que una persona así puede ser simple: atrae, inspira confianza, siente una gran fuerza interior. Nunca verás a esa persona dudando de sus palabras: su confianza se refleja en los ojos, las conversaciones, los gestos. Como regla general, las personas recurren a personas magnéticas, son respetadas, escuchan su opinión.

¿Cómo usar el poder del pensamiento?

Incluso si no estás entre los afortunados que están dotados de magnetismo de nacimiento, puedes lograr lo deseado. El poder del pensamiento ayudará en el amor, la carrera, el crecimiento personal y absolutamente cualquier campo de actividad. Es importante aprender a usarlo correctamente.

Por ejemplo, desea ganar popularidad, quiere que la gente se comunique con usted, solicite su consejo. En este caso, debe trabajar en sus creencias y comportamiento, y el poder del pensamiento lo ayudará a lograr lo que desea.

Piensa si tienes alguna creencia negativa. Por ejemplo: "Nunca me gusta la gente", "nadie me quiere", "No me veo 100". Cualquier creencia que se haya asentado en tu cabeza, el cerebro percibe como un equipo. Como resultado, prestas atención solo a aquellos eventos que apoyan el pensamiento dado. Para volver a dibujar tu personalidad, necesitas cambiar tus creencias a las positivas.

Por ejemplo, en lugar de "No me gusta nadie", debes enseñarte a pensar: "Me gustan las personas, se acercan a mí". Pronuncie este pensamiento varias veces al día, y el cerebro lo percibirá como un equipo. Como resultado, su ángulo de visión cambiará, y usted, por el contrario, se concentrará en situaciones en las que las personas se sienten atraídas hacia usted, consolidando esta creencia y recibiendo confirmación.

Del mismo modo, uno puede trabajar con creencias en cualquier campo. No espere a obtener resultados rápidos: tendrá que reemplazar los pensamientos negativos con positivos dentro de 15-20 días, antes de que la nueva convicción se acostumbre a usted en su cabeza y comience a actuar.