La inmunidad es un sistema de protección muy frágil del cuerpo humano y algunas veces necesita una corrección competente. Para este fin se prevén preparaciones especiales: inmunomoduladores e inmunoestimulantes. Ambos grupos de drogas afectan los mismos mecanismos, pero la esencia del proceso es diferente.
Inmunoestimulantes e inmunomoduladores: diferencias
Nuestra inmunidad consiste en ciertos enlaces y es un conjunto de diferentes células que se desarrollan en respuesta a los intentos de bacterias, infecciones o virus para atacar el cuerpo. El número insuficiente de tales células conduce a una morbilidad frecuente, especialmente durante las epidemias.
Con un flujo prolongado de enfermedades crónicas, el sistema de protección a veces deja de funcionar normalmente, los enlaces se producen con una inflamación lenta o ausente. En tales situaciones, hablan de trastornos autoinmunes, cuando las células del cuerpo se atacan a sí mismas.
Así es como los inmunomoduladores difieren de los inmunoestimulantes:
- Con un déficit de enlaces celulares protectores, es necesario provocar que el organismo los produzca en mayores volúmenes. Para esto, se usan inmunoestimulantes.
- Las enfermedades autoinmunes requieren la corrección del saldo de la cantidad de células, tanto grandes como pequeñas. En este caso, ayudan los inmunomoduladores, que también incluyen inmunosupresores, sustancias que suprimen la producción de enlaces de defensa.
Aparentemente, los inmunomoduladores y los inmunoestimulantes tienen una pequeña lista de diferencias, ya que son medicamentos para el mismo propósito: corrección de la inmunidad.
Preparaciones de inmunoestimulantes
El uso de medicamentos de este tipo se muestra en tales situaciones:
- condiciones primarias de inmunodeficiencia;
- tumores malignos;
- enfermedades crónicas lentas con recaídas recurrentes que son causadas por una infección fúngica, viral o bacteriana;
- cualquier patología provocada por un estado secundario de inmunodeficiencia.
Clasificación de los inmunoestimulantes modernos:
- estimuladores de la resistencia inespecífica del organismo (pentoxilo, prodigiosano, nucleato de sodio, metiluracilo);
- estimulantes de reacciones inmunes humorales (espleno, mieloide);
- estimuladores de la inmunidad celular (leakadine, timoptin, molgamostin).
Uso de inmunomoduladores
El tipo de remedios que corrigen el sistema de defensa del cuerpo se recomienda para los siguientes problemas:
- reacciones alérgicas;
- trasplante de órganos;
- aumento de la actividad de las células linfocíticas;
- enfermedades autoinmunes
Los principales grupos de inmunomoduladores:
- microorganismos probióticos (bifidobacterias, bacterias del ácido propiónico, lactobacilos);
- citostáticos;
- preparaciones hormonales;
- algunos tipos de antibióticos (rapamicina, ciclosporina);
- globulinas antilinfocíticas;
- anticuerpos monoclonales;
- anti-Rh-inmunoglobulinas.
Inmunoestimulantes e inmunomoduladores naturales
Vale la pena señalar que incluso con enfermedades crónicas graves y una fuerte exposición a infecciones, no siempre es necesario tomar medicamentos de los grupos considerados. El sistema de defensa del cuerpo puede recuperarse completamente con la ayuda de muchos remedios naturales e infusiones de hierbas.
La corrección de la inmunidad se puede llevar a cabo con la ayuda de los siguientes productos naturales: