Psicosis maníaco-depresiva

La psicosis maníaco-depresiva es una enfermedad mental compleja caracterizada por síntomas pronunciados: depresión y manía. Por lo general, los pacientes caen periódicamente en tales estados, y los intervalos entre ellos pueden comportarse de manera bastante adecuada. En la mayoría de los casos, esta es una enfermedad de la mujer: los hombres la administran 3-4 veces menos a menudo. Afortunadamente, esta es una enfermedad relativamente poco común: 1,000 personas tienen 7 con síntomas de psicosis maníaco-depresiva.

Psicosis maníaco-depresiva: causas

Una de las primeras causas de la psicosis maníaco-depresiva es la herencia. Esta enfermedad a menudo se transmite de madre a hijo, porque se refiere al tipo de herencia autosómica dominante. Esto causa la posibilidad de manifestación de psicosis maníaco-depresiva en los niños. Existe una opinión científica de que son los genes los que determinan qué estado dominará: manía o depresión. Los datos específicos por el momento no están disponibles.

Hablando sobre el aspecto físico, esta enfermedad es causada por disfunciones en el funcionamiento de los centros emocionales en la subcorteza del cerebro, es decir, alteraciones en los procesos de excitación e inhibición.

Se cree que los factores ambientales, ya sea el estrés, el desacuerdo con los seres queridos, etc., no pueden ser la causa principal de la psicosis maníaco-depresiva.

Psicosis maníaco depresiva: síntomas

Dependiendo de cuál de las condiciones prevalezca, puede haber signos de psicosis maníaco-depresiva. Si el tipo de enfermedad es maníaco, los síntomas pueden ser los siguientes:

En el caso de una exacerbación de este tipo de síntomas se pronunciará desde unas pocas semanas hasta seis meses. Durante este período es fácil ver cómo una persona se apresura de un caso a otro, cambia al azar a sus parejas sexuales, realiza actos valientes, se desperdicia. Al mismo tiempo, es obvio para todos que no hay pensamiento crítico. Una persona no puede evaluar su comportamiento, ni sus logros, y, como regla general, no ve ningún signo de la enfermedad en él, lo que complica el proceso de tratamiento. Después de todo, ¿cómo tratar la psicosis depresiva maníaca, si una persona afirma que está saludable y se niega a los exámenes y procedimientos?

Otra forma, depresiva, se manifiesta en formas completamente diferentes. En este caso, el conjunto de características será el siguiente:

Este tipo de psicosis es mucho más fácil de diagnosticar, porque en este caso, una persona mucho más fácil de reconocer que tiene algunos problemas.

Psicosis maníaco-depresiva: tratamiento

Después del diagnóstico, que incluye electroencefalografía, radiografía, resonancia magnética del cerebro y otros procedimientos, se prescribe un tratamiento conservador, es decir, medicamentos.

Por lo general, a los pacientes se les recetan medicamentos antipsicóticos con levomepromazina o clorpromazina. Estas son drogas que tienen un efecto sedante. Además, a menudo se recetan sales de litio y haloperidol, pero su administración se encuentra bajo estricto control médico debido a la probabilidad de complicaciones.