Se adapta a la furia

Todos nos enojamos de vez en cuando: a los embotellamientos, a un jefe injusto, a las bromas de los niños, a la pereza de un marido, a un talón roto, a la intemperie, y no lo suficiente para nada más. Pero una cosa es la ira y otros ataques repentinos e incontrolables de ira y furia. La ira contra una persona o las circunstancias generalmente pasa sin consecuencias destructivas, pero con ira somos capaces de cualquier cosa, incluso lastimar a nuestros seres queridos y personas cercanas. Pero puedes controlar los accesos repentinos de ira, vamos a descubrir cómo hacerlo.

¿Cómo lidiar con un ataque de ira?

  1. Si sientes el ataque de ira, acércate al espejo y observa qué músculos de tu rostro se esfuerzan. En un estado tranquilo, aprenda cómo controlarlos: tensar y relajarse arbitrariamente. Durante el próximo brote de ira, intenta relajar estos músculos, uno difícil, pero te ayudará a enseñarte cómo controlar tus emociones.
  2. El próximo ritual puede ayudar. Divida la hoja en tres columnas. En el primero describe la situación y las personas que te causan emociones negativas. En el segundo - su reacción, y en el tercero - el resultado, que trajo sus acciones.
  3. Buena ayuda para aliviar las emociones negativas de la actividad física, cómo se siente furioso: salir a correr o mover la prensa.
  4. Si necesitas expulsar la ira, hazlo en soledad orgullosa y en objetos inanimados. Rompe el plato, rompe cualquier cosa, toca la caja de madera con un martillo, golpea la almohada y reprende en voz alta a todos los que te molestan.
  5. Aprende a traducir la conversación. Tan pronto como comiences a enojarte, salva a ti mismo y a tu compañero de ataques de ira, cambiando a temas neutrales.
  6. Además, no se olvide de una nutrición adecuada: la comida picante y el alcohol pueden intensificar las manifestaciones de la agresión.
  7. No es mala la ayuda de las infusiones de nerviosismo de las hierbas medicinales: valeriana, hojas de frambuesas silvestres, manzanilla, espino, menta y muchas otras.

En el caso de que ningún método ayude y los ataques de ira continúen siendo incontrolables, vale la pena consultar a un especialista, solo él ayudará a encontrar las verdaderas causas de los brotes de cólera y a lidiar con ellos.