El síndrome de Weber pertenece a síndromes alternantes (son parálisis alternante o parálisis cruzada): síndromes neurológicos, en los que la derrota de los nervios craneales en el lado del foco provoca trastornos sensoriales y motores en el lado opuesto del cuerpo.
Síndrome de Weber: causas y área de la lesión
Los síndromes alternativos se desarrollan sobre la base de:
- hemorragias en el cerebro ;
- golpes;
- procesos neoplásicos;
- inflamación de las membranas del cerebro (meningitis basal).
En el síndrome de Weber, se observan trastornos neurológicos en la base del mesencéfalo y afectan los núcleos o raíces del nervio oculomotor y las vías piramidales (el área responsable de la coordinación fina de los movimientos, en particular, desempeña un papel importante en el movimiento vertical).
En el lado de la lesión, se observan alteraciones en la parte del sistema visual, en el lado opuesto del cuerpo: trastornos motores y de sensibilidad.
Síntomas del síndrome de Weber
Con el síndrome de Weber, las lesiones son asimétricas. Del lado del hogar hay:
- el temblor del siglo;
- midriasis - la dilatación de la pupila, no asociada con una reacción a la luz;
- estrabismo divergente;
- doble imagen en los ojos;
- violación del enfoque de la visión;
- desplazamiento del globo ocular hacia adelante (ojo abultado), a veces con un desplazamiento lateral;
- parálisis parcial o completa del párpado, así como los músculos internos del ojo.
En el lado opuesto se puede observar:
- paresis de los músculos de la cara y la lengua;
- aumento del tono de los músculos de flexión en el brazo y extensor en la pierna;
- posible temblor de manos y pies;
- movimientos involuntarios de las extremidades;
- trastornos de flexión de la muñeca y reflejos de defensa;
- trastornos de sensibilidad;
- el fenómeno de una navaja plegable: en el proceso de extensión pasiva de la extremidad, se siente una fuerte resistencia durante el examen, que se debilita gradualmente.