Calambres en las piernas durante el embarazo

Los calambres en las piernas durante el embarazo son un síntoma bastante común en las mujeres embarazadas. Al final del día, la mujer embarazada tiende a adoptar una posición horizontal y acostarse, sin embargo, en los primeros minutos de descanso, los músculos abdominales o la parte posterior de la pierna pueden pincharse repentinamente con dolor agudo, y la pierna se dobla y se estira como si quisiera "ponerse de puntillas". Los calambres en las pantorrillas durante el embarazo pueden durar hasta varios minutos y muy a menudo se convierten en compañeros incómodos durante todo el período de gestación. Los dolores de calambres en los pies durante el embarazo no son en absoluto las futuras madres. Aquellas mujeres que han sido amigas de los deportes desde la infancia, están acostumbradas al estrés físico y tienen las habilidades para controlar sus músculos, son mucho menos propensas a estos fenómenos desagradables y que tales calambres en las mujeres embarazadas solo saben por rumores.

A veces, las convulsiones en mujeres embarazadas no tienen una ubicación claramente definida. Las convulsiones de las manos durante el embarazo son menos comunes, sin embargo, son mucho más sensibles al dolor y son más difíciles para las mujeres.

¿Qué es necesario en primer lugar llevar a cabo para eliminar un ataque de calambres y eliminar el dolor agudo y agudo?

¿Por qué se producen calambres en las piernas durante el embarazo?

Hay varias versiones. Según uno de ellos, las convulsiones en las mujeres embarazadas se manifiestan debido a la mayor carga sobre sus piernas. Especialmente esta razón es relevante en los últimos tres meses de embarazo. Otra versión de especialistas, por lo que reduce el calambre de las piernas cuando embarazo: una escasez en el cuerpo de una futura madre de calcio, magnesio, fósforo y vitamina C.

Con el fin de prevenir calambres en las pantorrillas durante el embarazo, puede aconsejar llevar un estilo de vida activo, dar tiempo a la natación, yoga y caminatas cortas al aire libre. Asegúrese de prestar atención para controlar su dieta. Es necesario aumentar el consumo de productos lácteos, hojas verdes de vegetales, semillas de girasol, lentejas y otras legumbres. No serán superfluos los higos, las manzanas, los cítricos y los tomates. Está demostrado que el vegetarianismo reduce la probabilidad de convulsiones.