Educación ética

Para mi gran pesar, no todos los padres prestan la debida atención a la educación moral y ética de los niños. La creciente generación de reglas extraterrestres de la cultura del comportamiento, por no mencionar la cortesía y la buena voluntad elementales. A menudo, las relaciones entre los estudiantes se basan en rudeza, agresividad y rigidez. Por qué sucede esto y cómo lidiar con la desmoralización de la sociedad, intentemos resolverlo.

Educación moral y ética y formación de la personalidad

Cada generación tiene sus propios puntos de vista y valores, y esto es un hecho, sin embargo, ciertos conceptos existen más allá del tiempo. Las cualidades tales como la humanidad, la cortesía, la responsabilidad, la cultura de la conducta, el respeto por los orígenes, la comprensión y el buen humor son constantes invariables y deben ser motivos internos y las necesidades de la persona misma.

Esta es toda la complejidad de la educación moral y ética de los niños. Después de todo, como se sabe, los niños a menudo adoptan la experiencia negativa de los adultos. Por lo tanto, antes de involucrarse en la educación ética de los niños pequeños o los escolares, los padres y educadores deben reconsiderar su comportamiento y su cumplimiento de las normas y principios morales y éticos.

La principal tarea de los adultos es construir un proceso educativo de tal manera que el niño aprenda a asociarse con la sociedad, a adoptar sus reglas y creencias como factores determinantes del comportamiento. Desde la primera infancia, el niño necesita vacunarse, demostrando con su propio ejemplo, actitud responsable y respetuosa con la vida, con sus hijos, padres, desarrollar un sentido de patriotismo .

La influencia de los artilugios modernos en la educación ética de los escolares

Los medios de comunicación, las tecnologías digitales y otras innovaciones de nuestro tiempo proporcionan una gran influencia en la formación de la personalidad. No solo complican el proceso de percepción de los valores espirituales, sino que a veces contradicen las normas éticas y morales aceptadas. Por lo tanto, los padres deben controlar de cerca lo que el niño está mirando y leyendo, no sobrecargar su conciencia con varios dispositivos digitales.